En mayor o menor medida todo ser humano lleva a veces a flor de piel y otras muy escondido un sentimiento de temor a algo, a veces tangible y muchas veces no.
Siempre hay algo a lo que se le teme: puede ser miedo a la enfermedad, miedo a la muerte, miedo a la oscuridad, miedo a ciertos enemigos secretos, miedo que más de una vez no se sabe individualizar, miedo a ese algo indefinible que en ciertos momentos acosa a una determinada persona creando un estado de ánimo muy negativo y anulando su poder claro de discernimiento.
Pero cualquiera sea ese nombre, el miedo pasa a ser un enemigo al que es necesario dominar para eliminarlo de la vida para poder gozar de una total libertad de acción y de pensamiento.
Para tratar de superar ese miedo que suele acosar a cualquier ser humano lo mejor es comenzar a practicar los que las más antiguas tradiciones chamánicas aconsejan y que es ejercitar una meditación durante la noche cuando todo ser humano está completamente relajado y lo aconsejable es comenzar su realización, de ser posible, durante la fase de la Luna Menguante.
Para hacer este ritual se aconseja realizarlo después de tomar un baño de inmersión, en una bañera en la cual antes se hayan disuelto siete puñados de sal gruesa marina y un puñado de hojas trituradas de ruda. Introdúzcase en la tina y relájese durante siete minutos.
Al salir deberá dejarse secar en contacto con el aire, sin usar toalla. Una vez seco extiéndase en su cama a oscuras y trate de ir hilvanando en su pensamiento lo que se le indicará a continuación.
Se deberá tener preparado al lado de la cama un hornillo de aromaterapia en donde se habrá vertido unas gotas de mirra.Ha llegado el momento en el que debe sentir que ese animal ya no lo asusta y entonces déle la orden de regresar a su lugar de origen.
Imagine que se va retirando lentamente y en su mente y su corazón observe como su figura se va empequeñeciendo hasta convertirse en un simple punto en la lejanía.
Durante todo este tiempo, debe sentir como su miedo va desapareciendo junto con el animal con el que compartió unos minutos y a medida que esto está sucediendo, se va colmando de una gran paz interior que lo ayudará a comenzar una nueva jornada dejando atrás todos sus grandes temores.
El ritual, bien realizado, lo hará perder para siempre el miedo que lo acosaba.