Jennifer, de 49 años, volvió de hacer las compras diarias y al momento de revisar y guardar todos los productos descubrió que uno de los hongos que había agarrado era igual a Olaf de Frozen.
“Llegó con mis compras en una caja y no me había dado cuenta del parecido, pero si lo hubiera visto en la tienda, igualmente lo hubiera agarrado. No podría haber pasado junto a él y dejarlo en el estante, demasiado lindo para eso.", comentó Jennifer entre risas.
“Los que habían visto la película Frozen me dijeron lo mucho que se parecía mucho a Olaf el muñeco de nieve. Lo mantuvimos en la ventana de la cocina. Pero, después de un par de días, su apariencia comenzaba a desvanecerse. No pude soportar tirarlo a la basura, así que le hicimos la justicia que merece cualquier buen hongo y lo metimos en un biryani. Estaba muy rico".
"Siempre tendremos buenos recuerdos de Olaf el hongo", recordó melancólica.
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