Los primeros ataques de las palometas se produjeron la semana pasada, cuando cientos de personas se refrescaban en el río Paraná, en la ciudad santafesina de Rosario.
Unas 70 personas resultaron heridas y a 7 chicos tuvieron que amputarles dedos.
En el fin de semana, las palometas se hicieron presentes nuevamente pero las consecuencias fueron menores ya que se tomaron las debidas precauciones. A pesar de esto, se registraron cuatro personas mordidas.
En el día de ayer, el calor agobiante volvió a azotar al país con térmicas que rozaron los 40 grados. Ante esto, los ataques de las palometas volvieron a aparecer, afectando a más de diez personas que se encontraban en la costa rosarina.
La mayoría de los ataques de palometas se produjeron en la zona de la Rambla Cataluña, donde un joven pudo atestiguar como en esta playa al menos dos personas se retiraban del agua luego de ser atacadas por mordeduras.