Y aunque este imponente monstruo (que nadie se anima a definir como un dinosaurio aunque tiene varias características propias de esos extintos animales) suele pisotear los edificios de la ciudad mientras pelea con bestias sobrenaturales, las autoridades de Shinjuku decidieron nombrarlo "embajador del turismo".
Para contribuir a esta graciosa campaña, la municipalidad de Tokio repartió 3 mil copias del certificado de nacimiento de Godzilla entre los fanáticos del monstruo.
Además, una réplica del monstruo se colocó en la cúspide del edificio de la productora Toho, que realizó casi la totalidad de los filmes sobre la criatura, salvo los dos producidos en Hollywood en 1998 y 2014.
"Bienvenido a Tokio. Te perdonamos por destruir nuestra ciudad previamente!", le escribió un residente de Tokio a través de Twitter.