TRAYECTORIAS.
Aníbal Pachano. Aníbal Pachano, junto a su ex esposa Ana Sans, fue el creador del reconocido Botton Tap, uno de los grupos coreográficos de mayor prestigio durante las décadas del 80 y el 90, con éxitos como Too Much. Hizo de su trabajo la base en la que edificó su carrera, alejado de lo mediático. Fue recién en 2009 cuando, convocado por Marcelo Tinelli para ser jurado de Bailando por un Sueño, empezó a saborear las mieles del reconocimiento popular en el que, hoy por hoy, parece estar definitivamente instalado. Graciela Alfano. Grace saltó a la notoriedad a principios de los ‘70 como tapa de las revistas más prestigiosas del momento. Tenía sólo 18 años y un objetivo: quería ser actriz. Si bien participó de varias películas con grandes como Alberto Olmedo, Jorge Porcel y Juan Carlos Calabró, a partir de 1993, ya separada de su segundo marido, el empresario Enrique Capozzolo, comenzó a hacerse más notoria por sus romances -como el que se le adjudicó con Carlos Menem-, separaciones y fotos y declaraciones escandalosas.
AFECTOS.
Aníbal Pachano. A los 28 años se enamoró de Ana Sans y no sólo se casó con ella sino que empezó a estudiar danza jazz en el mismo estudio al que asistía la bailarina. Con Ana tuvo a su única hija, Sofía, que también es en la actualidad una talentosa bailarina. Separado de Sans, no se le conocieron otros romances ya que, al menos hasta su ingreso a Bailando por un Sueño, siempre mantuvo en absoluta reserva su vida privada. Se recibió de arquitecto en la UBA y trabajó, antes de empezar su carrera artística, como docente en la misma universidad. Graciela Alfano. Con sólo 19 años se casó con Andrés Ruskowski, padre de su hijo Nicolás. Pero mientras su fama iba en ascenso, el matrimonio terminó en fracaso. En 1980 se enamoró del empresario Enrique Capozzolo y con él contrajo matrimonio vía Paraguay primero y en Argentina después, y tuvo sus otros dos hijos, Gonzalo y Francisco. La pareja se separó en 1993 y, desde entonces, los rumores sobre sus romances no dejaron de ocupar la primera plana. Estuvo ocho años en pareja con Matías Alé y reconoció un affaire con el desaparecido Rodrigo.
LA GUERRA: FRENTE A FRENTE.
Graciela Alfano vs Aníbal Pachano. Graciela ingresó como jurado de Bailando por un Sueño en 2007. Pachano, dos años después, pero fue en 2010 cuando estalló la guerra más descarnada. La jurado deslizó en pasillos que el coreógrafo le había confesado hace años padecer VIH. El enfrentó la situación y lloró, apoyado por Sofía y Ana Sans, en el programa de Mirtha Legrand. Y la cosa siguió. Alfano aseguró que Pachano le había pegado una cachetada y el hombre de la galera la llamó “vieja loca”. El cruce tuvo continuidad con ambos paseándose por todos los programas de la tarde con acusaciones mutuas. Las cosas llegaron, casi casi, a los Tribunales, pero una cena en la casa del jefe -léase Marcelo Tinelli- contribuyó para limar diferencias y hasta hubo foto juntos. Pero la paz estaba lejos de llegar y hasta el último día del ciclo las peleas siguieron, por supuesto, en cámara. Este año, Grace se convirtió en una nueva adicta de Twitter -donde tiene 190 mil seguidores- y comenzó a disparar sus dardos desde allí: “Sofibagallo”, llamó a la hija de Pachano, llegando a poner en tela de juicio la paternidad del creador del Botton Tap. Las cosas están, hoy por hoy, completamente salidas de su cauce y ya provocaron agresiones físicas -Alfano llegó a tirarle la galera y un vaso con gaseosa a Aníbal en plena emisión de ShowMatch- y verbales: “Improvisa psicóticamente. Es una cosa y tiene la impunidad de ser una mujer y no se la puede tocar”, expresa él ante cuanto micrófono tenga adelante. “No me interesa lo que diga Alfano. Ya me había dicho desde que tengo SIDA hasta que soy homosexual”, disparó sin piedad el hombre de la galera. La rubia, por su parte, tomó el guante: “El señor fue por todos lados para decir de mí que era una vieja, un mueble, una planta”. ¿Las consecuencias? Hasta el momento, impredecibles. Tanto como los dos protagonistas de esta historia que, para bien o para mal, parece estar escribiendo un nuevo y bizarro capítulo en el show business local.
Aníbal Pachano. Aníbal Pachano, junto a su ex esposa Ana Sans, fue el creador del reconocido Botton Tap, uno de los grupos coreográficos de mayor prestigio durante las décadas del 80 y el 90, con éxitos como Too Much. Hizo de su trabajo la base en la que edificó su carrera, alejado de lo mediático. Fue recién en 2009 cuando, convocado por Marcelo Tinelli para ser jurado de Bailando por un Sueño, empezó a saborear las mieles del reconocimiento popular en el que, hoy por hoy, parece estar definitivamente instalado. Graciela Alfano. Grace saltó a la notoriedad a principios de los ‘70 como tapa de las revistas más prestigiosas del momento. Tenía sólo 18 años y un objetivo: quería ser actriz. Si bien participó de varias películas con grandes como Alberto Olmedo, Jorge Porcel y Juan Carlos Calabró, a partir de 1993, ya separada de su segundo marido, el empresario Enrique Capozzolo, comenzó a hacerse más notoria por sus romances -como el que se le adjudicó con Carlos Menem-, separaciones y fotos y declaraciones escandalosas.
AFECTOS.
Aníbal Pachano. A los 28 años se enamoró de Ana Sans y no sólo se casó con ella sino que empezó a estudiar danza jazz en el mismo estudio al que asistía la bailarina. Con Ana tuvo a su única hija, Sofía, que también es en la actualidad una talentosa bailarina. Separado de Sans, no se le conocieron otros romances ya que, al menos hasta su ingreso a Bailando por un Sueño, siempre mantuvo en absoluta reserva su vida privada. Se recibió de arquitecto en la UBA y trabajó, antes de empezar su carrera artística, como docente en la misma universidad. Graciela Alfano. Con sólo 19 años se casó con Andrés Ruskowski, padre de su hijo Nicolás. Pero mientras su fama iba en ascenso, el matrimonio terminó en fracaso. En 1980 se enamoró del empresario Enrique Capozzolo y con él contrajo matrimonio vía Paraguay primero y en Argentina después, y tuvo sus otros dos hijos, Gonzalo y Francisco. La pareja se separó en 1993 y, desde entonces, los rumores sobre sus romances no dejaron de ocupar la primera plana. Estuvo ocho años en pareja con Matías Alé y reconoció un affaire con el desaparecido Rodrigo.
LA GUERRA: FRENTE A FRENTE.
Graciela Alfano vs Aníbal Pachano. Graciela ingresó como jurado de Bailando por un Sueño en 2007. Pachano, dos años después, pero fue en 2010 cuando estalló la guerra más descarnada. La jurado deslizó en pasillos que el coreógrafo le había confesado hace años padecer VIH. El enfrentó la situación y lloró, apoyado por Sofía y Ana Sans, en el programa de Mirtha Legrand. Y la cosa siguió. Alfano aseguró que Pachano le había pegado una cachetada y el hombre de la galera la llamó “vieja loca”. El cruce tuvo continuidad con ambos paseándose por todos los programas de la tarde con acusaciones mutuas. Las cosas llegaron, casi casi, a los Tribunales, pero una cena en la casa del jefe -léase Marcelo Tinelli- contribuyó para limar diferencias y hasta hubo foto juntos. Pero la paz estaba lejos de llegar y hasta el último día del ciclo las peleas siguieron, por supuesto, en cámara. Este año, Grace se convirtió en una nueva adicta de Twitter -donde tiene 190 mil seguidores- y comenzó a disparar sus dardos desde allí: “Sofibagallo”, llamó a la hija de Pachano, llegando a poner en tela de juicio la paternidad del creador del Botton Tap. Las cosas están, hoy por hoy, completamente salidas de su cauce y ya provocaron agresiones físicas -Alfano llegó a tirarle la galera y un vaso con gaseosa a Aníbal en plena emisión de ShowMatch- y verbales: “Improvisa psicóticamente. Es una cosa y tiene la impunidad de ser una mujer y no se la puede tocar”, expresa él ante cuanto micrófono tenga adelante. “No me interesa lo que diga Alfano. Ya me había dicho desde que tengo SIDA hasta que soy homosexual”, disparó sin piedad el hombre de la galera. La rubia, por su parte, tomó el guante: “El señor fue por todos lados para decir de mí que era una vieja, un mueble, una planta”. ¿Las consecuencias? Hasta el momento, impredecibles. Tanto como los dos protagonistas de esta historia que, para bien o para mal, parece estar escribiendo un nuevo y bizarro capítulo en el show business local.
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