Un estudio de ADN demostró que no es humano y que la criatura es de "clasficación desconocida".
El esqueleto de un ser extraterrestre apareció en el desierto chileno de Atacama. Según un análisis de ADN que se le realizó, se demostró que no es humano o, mejor dicho, de "clasificación desconocida" esta criatura protagonista de este extraño suceso.
En un principio hay que resaltar que si bien la figura de este esqueleto se ha dado a conocer a nivel mundial con la propagación de un documental, la historia de su hallazgo es antigua. Todo comenzó en 2003 cuando un hombre, llamado Oscar Muñoz, se encontraba en el histórico pueblo chileno de La Noria, intentando hallar algún artículo de valor en medio del desierto. Cuando Muñoz se encontraba cerca de la Iglesia de ese pueblo, se topó con un género blanco que estaba atado con una cinta violeta y en cuyo interior se hallaba el extraño esqueleto de características humanas que medía más de 15 centímetros.
Según contó, aquel esqueleto mostraba a "una criatura con dientes filosos, un cráneo abultado y una extraña protuberancia sobre éste. Además, su escamoso cuerpo era de color oscuro y, a diferencia de los humanos, contaba con nueve costillas". Luego de su hallazgo, Muñoz decidió comentar y mostrar a unos compañeros suyos el extraño hallazgo. Fue justamente uno de ellos, llamado Alejandro Dávalos, quien fue la primera persona en fotografiar a la criatura.
En tanto, expertos chilenos se abocaron de lleno al debate que se originó en Santiago entre los ufólogos de ese país por el hallazgo del Alien Norteño, Extraterrestre de La Noria o Feto, como comenzaron a llamarle distintos medios de comunicación. Y es que la discusión iba precisamente por dos opciones principales: o era un ser extraterrestre caído en nuestro planeta, o era un feto animal o humano.
Si bien muchos de los expertos se mostraron cautelosos sobre la afirmación de que podía tratarse de un E.T. El investigador chileno sobre OVNIs, Rodrigo Fuenzalida, fue claro en negar esta posibilidad y considerar que se trataba simplemente de un feto. "Tras observar de cerca la pequeña figura, logré apreciar algo que parecen ser restos del cordón umbilical, y es notorio un fuerte golpe en la zona parietal izquierda, que pudo haber desencajado el cráneo dándole la forma tan sorprendente que presenta actualmente. Este tema responde más a un enigma, al que deberán dar respuestas profesionales del área de la medicina o la biología, ya que no se trata de un caso ufológico ni tiene relación alguna con seres extraterrestres", explicó Fuenzalida. Siguiendo esa línea, el jefe de la carrera de Biología Marina de la Universidad Arturo Prat, el doctor Walter Seinfeld, consideró que también se trataba de un ser humano. "Sin lugar a dudas es un mamífero y estoy casi seguro de que es un ser humano", dijo el especialista, aunque aclaró que no podía dar una opinión más definitiva sin examinar exhaustivamente y realizar más estudios a la criatura.