Desde aquella magnífica película dirigida por Juan José Campanella, ‘Luna de Avellaneda’, quedó rescatada en la memoria de los argentinos esa hermosa historia del club de barrio, un espacio social que lamentablemente fue desapareciendo de a poco con el correr de los tiempos. Las urgencias económicas, la urbanización y el arribo de la tecnología, fueron algunas de las causas que lo llevaron al injusto destino del olvido. Pero en esa lucha constante, por sobrevivir o pasar al recuerdo, hay una generación, formada con otros valores, que no se rinde y que sostiene con esfuerzo el sueño de toda la vida. Es el caso del Club Estrella de Martínez, un ejemplo a seguir en la idea de que nada es imposible, sobre todo cuando hay ingenio, voluntad y sacrificio.
Fundado en 1959, por la iniciativa de dos inmigrantes, que hoy quedaron en el recuerdo como el ‘Tano’ Ferrante y el ‘Gallego’ García, Estrella hoy brilla con luz propia en una de las zonas más ‘paquetas’ del Norte del Gran Buenos Aires, el partido de San Isidro, donde lejos de transformarse en una institución de élite, apunta a mantener el espíritu de club de barrio y, fundamentalmente, a cumplir con una misión destacada, la de alejar a los chicos de los vicios que hoy, desgraciadamente, abundan en la calle, como el delito y las drogas. Con un detalle adicional y no menos importante, no se cobra cuota social. ¿Cómo es posible?. Todo a fuerza del ingenio y el aporte de su actual presidente, Juan La Mónica.
‘Cuando la idea de club arrancó, yo tenía sólo 7 años. Primero fue alquilando un salón en las piletas de Quintana, donde mi viejo era mozo, y poco tiempo después ya inaugurando la sede de hoy, en Vélez Sársfield 2647. En sus comienzos fue un lugar de esparcimiento para los vecinos, con canchas de bochas y juegos de cartas. Y como todo club de la época, tuvo su momento estelar con los bailes de carnavales. Después se incorporaron las clases de folklore y el billar. La movida del fútbol comenzó en la década del setenta, con torneos de Papi, donde nos representaron nada menos que Norberto Alonso y Claudio Marangoni, entre otros, que luego brillaron profesionalmente’, explicó quien es titular de la entidad desde 1986.
‘Tuvimos que lucharla a pulmón porque el club había tenido un bajón y, como todo, si no tenés un subsidio municipal o empresario, todo se viene abajo. Tengo una amistad, desde la juventud, con Gustavo Posse, el actual intendente de San Isidro, y a través de él fui a hablar con Melchor, su papá, para conseguir apoyo. También conseguimos la ayuda de amigos y hasta pusimos el tinglado aportando la mano de obra entre todos. Fue mucho esfuerzo y de ahí el slogan del club, que me inculcó mi viejo, el de crecer en familia’, agregó.
Oriundo de Calabria (llegó al país a los 3 años de edad), pero aporteñado como pocos, La Mónica hoy ve reflejado su sueño máximo en Estrella, el de rescatar a los chicos de la calle. ‘Quisimos protegerlos de todos los peligros que hoy están afuera creando una escuelita de fútbol. Por eso decidimos no cobrar más cuota social desde hace 25 años. Concesionamos el buffet y el uso de las instalaciones para distintos eventos a gente de confianza, que a cambio de eso se hace cargo de todos los gastos más complicados, como los de luz, gas y agua corriente. El club se mantiene solo y no se queda con un peso, porque no nos interesa’, cerró éste ‘héroe’ anónimo que decidió darle a su vida un sentido solidario al que pocos se atreven.
Más allá de la función social que cumple, Estrella de Martínez tiene el orgullo de haber contado en sus filas con jugadores como Norberto Alonso, Claudio Marangoni y Gonzalo Prósperi, entre otros, quienes se dieron el gusto después de desempeñarse profesionalmente en equipos grandes de Argentina. Pero también está el recuerdo triste, inolvidable, de la pérdida de Kevin Sedano, un chico que jugaba en el club y que lamentablemente pasó a ser un caso emblemático entre los accidentes fatales de tránsito.
El 1 de mayo de 2002, Kevin, de sólo 14 años, fue atropellado por un vehículo que se dio a la fuga, dejándolo abandonado en la esquina de avenida Libertador y Corrientes, cerca de la quinta presidencial de Olivos. Lamentablemente, tras una semana de agonía, Kevin falleció. Y desde entonces, con su profundo dolor a cuestas, su madre, Viviam Perrone, creó la fundación ‘Madres del Dolor’ desde donde lucha por encontrar Justicia, no sólo por la muerte de su hijo, sino por otras ocurridas en casos similares.
La actividad principal de Estrella de Martínez pasa por el Baby Fútbol, con siete categorías infantiles que participan del torneo ‘Melchor Posse’ que se juega en el partido de San Isidro. En este 2017 abarcó a los nacidos entre el 2004 y el 2010, con la satisfacción, más allá de que no sea el objetivo principal, de coronarse campeones en la categoría 2009 y lograr el ascenso de la C a la B, por la sumatoria de las cinco divisiones más grandes. ‘Lo de la Escuelita de Fútbol para los pibes nació por una iniciativa de Félix Fortunato Romero, más conocido por Cuca para todos. Allí decidimos dar lugar a los chicos para que no estén en la calle y que jueguen al fútbol. Y en ese camino, no importa si tienen condiciones para jugar o no. Acá no buscamos que salga un Messi. Si sale, mejor, pero en el club juegan todos, porque la idea es otra. No apuntamos tampoco a ganar campeonatos exclusivamente. Seguro que nos gusta ser campeones, o ascender, como nos pasó este año, pero acá juegan todos. No puede pasar más de un partido sin que un chico no juegue, aunque sea unos minutos. Son más de 100 y no quiero que ninguno se vaya llorando a la casa porque no jugó. Y si todo va bien, con el apoyo del doctor Gustavo Posse y la Secretaría de Deportes, a partir de 2018 vamos a sumar tres categorías juveniles, de 13 a 18 años, en Futsal, para no perder a aquellos chicos que se fueron. Eso es lo más importante, contenerlos y sacarlos de la calle. Sólo cobramos una entrada simbólica, cuando jugamos de local, y no tenemos ningún gasto, porque el municipio se hace cargo de los traslados cuando se juega de visitante, de la vianda para cada pibe y del pago de los árbitros’, afirmó La Mónica.