Cuando el Estado no está presente, o cuando su aporte no alcanza a solucionar los graves problemas sociales como el hambre, la falta de trabajo o la precariedad de la salud, no dejan de surgir iniciativas por parte de quienes no se resignan a una realidad muy dura, y tratan de aportar su energía y su tiempo a mejorar aunque sea un poco la vida de los más desposeídos.
“Siempre sentí la necesidad de involucrarme en alguna tarea que tuviera que ver con lo social, y por eso hace unos seis años me comuniqué con la Red Solidaria, para averiguar si había algo para desarrollar en Quilmes, ese fue el primer paso. Como me dijeron que sí, decidí abrir una página en Facebook, y así empezó todo”, señala Paola Florio (37), una periodista con una valiosa experiencia pese a su juventud, en pareja y con una pequeña hija llamada Violeta, que muchas veces la acompaña en sus tareas solidarias.
Comenta que “junto a una amiga con mis mismas inquietudes abrimos una filial de Red Solidaria en la zona, nos conectamos con un par de comedores, vimos cuáles eran sus necesidades, hicimos una colecta de ropa y la llevamos”.
Así, empezaron a colaborar en forma totalmente voluntaria con dos comedores infantiles de Quilmes Oeste: Pancita Feliz y Creciendo con Vos, situados uno a pocas cuadras del otro. Al poco tiempo, la Red Solidaria Quilmes se transformó en Construyendo Puentes, un concepto más abarcativo de los objetivos para los que se agruparon, que cuenta con su propio FB.
Detalla que “estos comedores son comunitarios, dependen de planes provinciales y nacionales para asistencia a centros. Cada uno de ellos presta asistencia diaria a unos 120 a 150 chicos, todos en edad de jardín y de primaria, incluyendo alimentación, recreación, ropa, juguetes y servicios de salud.
Señala Paola que en el caso de Pancita Feliz, que tiene su sede en la calle Beruti al 2400 de Quilmes Oeste, tuvo su origen por iniciativa de Estela Soresis, y entre las coordinadoras de las distintas áreas del lugar está su hija, Mariela Barberis.
Al principio unir voluntades costó mucho, según destaca Paola, y remarca que “logramos estabilizar una rutina de acción. Hace seis años que funcionamos, somos unas 12 personas fijas, pero en acontecimientos especiales llegamos hasta ser 50. Las reuniones de coordinación se realizan en el club Juventud de Bernal, una entidad importante de la zona. Nos prestan las instalaciones para recibir colectas y desarrollar otras actividades”.
En cuanto a las actividades más destacadas, Paola señala que “todos los meses celebramos los cumpleaños de los chicos que los cumplen en ese período; en febrero hacemos las colectas de útiles, en marzo se convoca a los Padrinos Escolares, una práctica por la cual basado en un listado, alguien se convierte en padrino de cada chico y les compra algo que precisen, sea ropa o útiles”.
“En abril - retoma- hacemos huevos de Pascua y roscas, también hicimos una jornada de salud, donde se prestó atención general para todos los chicos, y controles médicos, y para esta época armamos los festejos del Día del Niño, pidiendo y recibiendo juguetes, ropa y todo lo que sea necesario”.
En los comedores suelen realizarse además charlas sobre temas como violencia de género, bullying, o cuestiones legales acerca de la documentación de los chicos, con el aporte de una abogada. Y en el terreno de la salud, hay doctoras que se fijan que las vacunas estén al día, y se hace una ficha para controlar la salud de los chicos, dos veces al año.
Más allá de su labor solidaria, Paola siente una profunda vocación por la profesión que eligió: el periodismo. Egresada del Instituto de Periodismo El Sol, en Quilmes, hizo pasantías en el periódico El Sol, trabajó como movilera y como productora radial.
Pero asegura que “lo que más me gusta es la gráfica, y me interesan especialmente los temas sociales, de salud y de género”. Colaboradora de Viva, Viajes Clarín, Perfil, Semanario, Noticias, entre otros medios, no fue ajena al grave problema de la pérdida de trabajo, ya que hace unos meses la revista Cosmopolitan, donde era redactora, cerró sus puertas dejando a 30 personas sin empleo.
Actualmente colabora en el Diario de Salud, y está dedicada a un proyecto que va creciendo de a poco, como la Red Laboral de Periodistas, un grupo de FB que nuclea a periodistas, diseñadores, fotógrafos y productores. “En poco tiempo llegamos a ser seis mil miembros, y el objetivo es tener una red de búsquedas laborales, capacitación, intercambio, desarrollo de convenios, y consultas, hasta recibimos curriculum”.