El pontífice se dirigió a los jefes de las naciones y de las organizaciones internacionales "para que reaccionen ante la tendencia a acentuar la conflictividad y la oposición". Es necesario -dijo- "pasar de las estrategias de poder político, económico y militar, a un proyecto de paz global".
"El mundo necesita paz, pero no una paz basada en el equilibrio de las armas, en el miedo recíproco", sostuvo el Papa. "Eso es retroceder setenta años en la historia", explicó.
Dirigiéndose a los líderes de las naciones y de las organizaciones les pidió "que reaccionen ante la tendencia a acentuar la conflictividad y la oposición". "Si se quiere -continuó-, la crisis ucraniana puede ser un desafío para sabios estadistas, capaces de construir en el diálogo un mundo mejor para las nuevas generaciones", afirmó.
"La crisis ucraniana debería haber sido, pero -si se quiere- todavía puede llegar a ser, un reto para los sabios estadistas, capaces de construir en el diálogo un mundo mejor para las nuevas generaciones. Con la ayuda de Dios, esto siempre es posible. Pero debemos pasar de las estrategias de poder político, económico y militar a un proyecto de paz global: no a un mundo dividido entre potencias en conflicto; sí a un mundo unido entre pueblos y civilizaciones que se respeten mutuamente"., explicó.