La Policía de Brasil informó que de acuerdo a su investigación no hubo motivación política en el reciente crimen de un dirigente del opositor Partido de los Trabajadores (PT) a manos de un policía bolsonarista, una conclusión que fue criticada por la defensa de la víctima, y la formación del candidato presidencial y exmandatario Lula da Silva.
Pese a la exclusión del componente político en el ataque promovido por el bolsonarista Jorge Guaranho en la fiesta de cumpleaños de Marcelo Arruda el 9 de julio en Foz de Iguazú, estado de Paraná, fronterizo con Misiones, el agresor fue imputado por "homicidio agravado por torpeza" y causar "peligro común".
Guaranho fue procesado por homicidio por doble imprudencia y enfrenta de 8 a 12 años de prisión.
Arruda estaba festejando su cumpleaños número 50 con familiares y amigos en la sede de la Asociación Deportiva de Salud Física de Itaipú, que había sido decorada con elementos temáticos sobre la candidatura presidencial de Lula da Silva y su partido.
El atacante ingresó al local gritando consignas a favor del presidente Jair Bolsonaro y disparó contra Arruda.
El crimen había sido calificado como un crimen de odio bolsonarista por el PT, que en un comunicado, el partido afirmó que Arruda fue víctima de la intolerancia, el odio y la violencia política.
"Mis sentimientos y solidaridad con la familia, amigos y compañeros de Marcelo Arruda, escribió Lula en Twitter y señaló que esto es consecuencia del discurso violento estimulado "por un presidente irresponsable".
Por el otro lado, Bolsonaro pidió a "quienes practican la violencia contra los opositores" que se "cambien de bando y apoyen a la izquierda, que tiene un historial innegable de episodios violentos".
El abogado de la familia de Arruda, Ian Vargas, dijo que sus defendidos entienden que hubo motivación política y se trata de un crimen de odio. Además, el representante legal señaló que "el informe presentado está lleno de contradicciones e imprecisiones".