Caso Amanda Todd: un adolescente holandés siguió sus pasos
Un joven de 20 años se suicidó tras ser acosado en Internet por desconocidos que publicaron mensajes ofensivos contra su persona y lo hicieron quedar mal en su trabajo.
Tim Ribberink, un joven holandés de 20 años, se suicidó y dejó una carta a sus padres contándoles que ya no soportaba los acosos que sufría por Internet. Sus progenitores, que no estaban tanto, pidieron una ley que castigue el acoso en ese país. El caso recuerda a la joven Amanda Todd, una canadiense que se quitó la vida hace algunas semanas tras sufrir un chantaje por parte de un ciber acosador.
Ribberink ya había sufrido muchos casos de acoso en la escuela primaria y también en la secundaria pero en los últimos años los ataques hacia su persona se recrudecieron y eso lo llevó a tomar la fatal decisión de quitarse la vida. “Queridos papá y mamá: Toda la vida he sido acosado, burlado y aislado. Ustedes son fantásticos, espero que no se enojen. Adiós, Tim”, fue uno de los párrafos que dejó para sus padres.
Los padres del joven, informaron a la policía local que hace unos meses, desconocidos hicieron circular por la web mensajes firmados por él que decían “Soy un perdedor y un gay”. Previo a esto, habían escrito en un sitio de gastronomía, mensajes ofensivos firmados por Ribberink que hacían referencia a la heladería dónde éste trabajaba y al dueño del establecimiento. Los padres de Ribberink dieron a conocer públicamente la carta con el fin de que la sociedad holandesa tome conciencia del peligro que significa el acoso para los jóvenes. El año pasado, se presentó un proyecto en el parlamento para obligar a las autoridades a llevar un registro de actos de acoso escolar pero, de convertirse en ley, lo haría recién en 2013.