Los chilenos votan este domingo para elegir a los redactores de una nueva Constitución, luego del fracaso de un proceso constituyente previo impulsado por el presidente Gabriel Boric, que al emitir su voto consideró que “esta vez no hay margen de error”. La votación para elegir a los 50 consejeros arrancó a la 8 y se extenderá hasta las 18 (las 19 en Argentina) en 38.663 mesas de 2.932 locales distribuidos por todo el país, bajo la custodia de militares y policías.
El primer intento generó gran expectativa civil y mediática en un contexto de efervescencia por la llegada al poder de Boric. Sin embargo, terminó en fracaso en septiembre pasado, después de que el 62 % los electores rechazara la propuesta anterior.
Esta vez, después de que el Parlamento negociara transversalmente con gran parte del espectro político para acordar una novedosa hoja de ruta para llegar a una nueva propuesta, el panorama es muy diferente: hay una marcada apatía de la población, mientras el oficialismo y la oposición (favorita en los sondeos) llegan divididos.
Boric votó en un colegio en su ciudad natal de Punta Arenas y, como es su costumbre en las jornadas electorales, llegó a su mesa caminando desde la casa de sus padres y acompañado de familiares. "Hay que conseguir una Constitución que nos una, signifique progreso y que identifique a la mayoría de los chilenos para actualizar nuestras normas fundamentales", dijo el mandatario de izquierda al salir del centro de votación.
"Como país tenemos una oportunidad histórica para reconciliarnos después las fracturas que hemos vivido y avanzar hacia un país desarrollado e inclusivo. Esta vez no hay margen de error”, agregó.
Más de 15 millones de chilenos están habilitados para votar en este segundo proceso constituyente en el país desde el retorno de la democracia en 1990, luego de la dictadura de Augusto Pinochet, durante la cual se escribió la actual carta magna.
La redacción de una nueva Constitución que reemplace a la heredada de la dictadura fue uno de los reclamos centrales del estallido social de 2019, cuando millones de personas tomaron las calles de Santiago y otras ciudades del país para reclamar justicia social.
El entonces gobierno conservador del presidente Sebastián Piñera tuvo que ceder a la exigencia: en 2020 se aprobó redactar una nueva Constitución y en 2021 los chilenos eligieron a los miembros de la Convención Constituyente encargada de hacerlo.
La redacción del texto culminó en junio de 2022, unos tres meses después de la asunción de Boric. Pero la Constitución fue rechazada en un plebiscito en septiembre de 2022, cuando el 61% de los votantes se pronunció en contra, en un fuerte revés para el presidente que había defendido el texto como propio.
Piñera votó este domingo en la comuna capitalina de Las Condes, y dijo que "Chile no necesita, ni merece, ni resiste un nuevo fracaso en materia constitucional". "Yo espero que hoy día se manifieste en plenitud la voluntad de los chilenos, de eso se trata la democracia", agregó el ex presidente.
También fue a votar la ex presidenta Michelle Bachelet, quien a la salida dijo a la prensa que vio poca información durante la campaña. ."Es una oportunidad para mirar de nuevo el futuro (") traducirlo eso en una nueva Constitución que nos una a todos y que asegure los derechos humanos de todos", dijo la expresidenta.
Las 50 personas elegidas como consejeros constitucionales redactarán la nueva carta magna a partir de un anteproyecto que está escribiendo la Comisión de Expertos, compuesta por 24 personas elegidas por ambas cámaras legislativas.
Esta elección también estará marcada por el principio de paridad de género, por lo que 25 consejeros serán mujeres y la otra mitad hombres, lo que podría demorar un poco más los resultados finales, que se esperan para las 21 (las 22 en Argentina).