El ruso Igor Alexeev había llegado de trabajar y prendió el televisor para enterarse sobre las noticias de su país, pero se sorprendió con algo que no sabía sobre su esposa. Un informe del canal que mostraba un cabaret clausurado por un operativo policial y su mujer detenida por ejercer la prostitución.
En el allanamiento, que dejó a varios tras las rejas, participó la policía de Rusia y cuando las cámaras mostraron a algunas mujeres apareció ella, María, que estaba alcoholizada y con esposas.
Tras ver el incidente Igor comenzó a investigar por su propia cuenta a través de internet con el nombre y número de teléfono de su pareja.
Descubrió más: María conseguía clientes por internet, en foros particulares para encontrar “parejas casuales” y con un detalle sobre los servicios que ofrecía al mejor postor.
Alexeev reveló que el portal donde se publicitaba su esposa, estaba lleno de comentarios de clientes satisfechos, contentos, que la recomendaban y hacían alusión al precio: 250 euros por una noche de sexo, lo cual le pareció barato.
Tras las pruebas encontradas, Igor decidió separarse y lucha legal por la custodia de su hija de seis años.
María contó la verdad: hace cinco años que se dedicada a ese oficio y se inició cuando el hombre no encontraba trabajo para mantener a la familia.