El presidente de Estados Unidos respondió que "por ahora" no tiene pensado hablar con su par brasileño sobre los aranceles del 50% que implementará para las importaciones de Brasil.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, declaró este viernes que quizás hable “en algún momento, pero no ahora” con su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sobre los aranceles del 50% que anunció sorpresivamente para Brasil y que disparó una fuerte tensión entre Estados Unidos y el gigante sudamericano. Luego, insistió además con su reclamo: “(Lula) está tratando al presidente (Jair) Bolsonaro de manera muy injusta”.
El líder republicano de 78 años habló con la prensa en la Casa Blanca, segundos antes de subirse al helicóptero que lo trasladó a la base Andrews, sitio donde se tomó un avión rumbo a Texas para observar de primera mano la devastación causada por la catastrófica inundación de la semana pasada que provocó al menos 120 muertos y decenas de desaparecidos, entre ellos varias niñas que estaban en un campamento de verano.
La respuesta sobre Lula llegó luego de que le consultarán si tenía planes de hablar con el brasileño sobre los aranceles del 50% a todos los productos de ese país que ingresan a Estados Unidos, tributo que entrará en vigencia el 1 de agosto y que el mismo Trump anunció en una carta el miércoles.
El republicano justificó la fuerte suba con razones que van más allá de lo estrictamente comercial. Según él, existe una “caza de brujas” contra Bolsonaro, acusado en la Justicia de promover un golpe de Estado en Brasil y que podría ser condenado por el Supremo Tribunal Federal a más de 30 años de prisión.
“Quizás hable con él en algún momento, pero no ahora”, expresó escuetamente. Esta declaración se produce después de que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) afirmara en una entrevista con Globo que no tenía planes de hablar con el magnate republicano por ahora, pero que lo hará si lo considera necesario en el futuro.
Enseguida, Trump continuó con una defensa del exmandatario. “Está tratando al presidente Bolsonaro de forma muy injusta”, agregó. Y siguió: "Es un buen hombre. Lo conozco bien, negocié con él. Era un negociador muy duro, un hombre muy honesto que ama al pueblo brasileño".
"No debería haberme caído bien porque era muy difícil negociar con él, pero también muy honesto, y conozco tanto a los honestos como a los corruptos", enfatizó Trump. Al utilizar como argumento la supuesta “caza de brujas” contra Bolsonaro, la tensión entre los dos países es difícil de bajar porque ya no se trata de un problema comercial sino político.
Trump parece empeñado en “salvar” a su amigo de la Justicia. Con ideas conservadoras, hábil uso de redes sociales y estilo crudo que muchas veces maltrataba a mujeres y minorías, Bolsonaro era conocido en Washington como el “Trump del trópico”.
El jefe de la Casa Blanca se siente identificado con Bolsonaro quien, como él en 2020, desconoció que había perdido las elecciones y denunció un fraude electoral. Muchos ven también un paralelismo en el asalto a edificios gubernamentales de Brasilia en 2023 por parte de militantes bolsonaristas con la invasión al Capitolio del 6 de enero de 2021 en medio de una marcha de simpatizantes de Trump.
Pero el tema en Brasil está en manos de la Corte Suprema y, por más que Lula quisiera, el Poder Ejecutivo supuestamente no puede influir en las decisiones de la justicia. Lula calificó a la postura del estadounidense como una “injerencia” e “intromisión” en los asuntos internos. “Brasil es una nación soberana con instituciones independientes y no aceptará ninguna forma de tutela”, advirtió.
Más allá de lo político, en su carta a Lula el republicano alegó un "déficit insostenible" en las relaciones comerciales entre ambos países, a pesar de que el gobierno brasileño afirma haber tenido un superávit de más de 400.000 millones de dólares a favor de Estados Unidos en los últimos 15 años.
Lula, en tanto, evalúa un abanico de medidas para responder al arancel del 50% impuesto por Trump a productos brasileños, una decisión que agitó al mercado y desató un cruce de acusaciones entre el oficialismo y la oposición bolsonarista. “Primero vamos a intentar negociar, pero si no hay negociación, la Ley de Reciprocidad Económica será puesta en práctica: si él (Trump) nos cobra 50%, nosotros vamos a cobrar 50%”, advirtió el presidente brasileño este jueves en una entrevista con TV Récord. “Tenemos varios caminos. Podemos llevar el caso a la Organización Mundial del Comercio (OMC), proponer investigaciones internacionales, pedir explicaciones”, amplió el mandatario.
En un comunicado oficial divulgado el miércoles por la noche, Lula ya había prometido responder en base a la Ley de Reciprocidad Económica, sancionada por el Congreso en abril con apoyo del oficialismo y la oposición, que habilita al Ejecutivo a tomar contramedidas frente a decisiones que afecten intereses comerciales de Brasil en el exterior.