Frente a las críticas recibidas en las redes sociales, la plataforma Airbnb tuvo que suspender el anuncio de un anfitrión que ponía clausulas discriminatorias para poder alquilar su cabaña en Kent (Inglaterra). Entre los requisitos se encontraba la prohibición de “personas con desorden alimenticio” y no se permitían huéspedes cuyo peso superase los 100 kilos.
Tras ser eliminado, el posteo volvió a estar en línea con un argumento que intentó justificar la gordofobia que imperó en el anuncio previo. “Las vigas de roble son muy viejas”, aseguraron los anfritriones sobre su cabaña medieval de dos pisos y 600 años de antigüedad.
Una vez que se viralizaron las normas exigidas y la posterior defensa realizada por los propietarios, la activista Lindsay McGlone denunció el hecho en su cuenta de Instagram: “Siguen siendo discriminatorios. Están tratando de encontrar una manera de justificar lo que han dicho. Es absolutamente espantoso”.
Inmediatamente, Airbnb decidió bajar definiticamente la publicación y publicó un mensaje en el que realzaron sus valores como compañía: “La discriminación y los prejuicios no tienen cabida en nuestra comunidad, y suspendimos el listado mientras abordamos el asunto planteado. Si un huésped siente que ha sido discriminado, le brindaremos apoyo personalizado".
SpaceX lanzó 60 satélites para su proyecto de internet súper veloz y global
Mylongevity, la aplicación que permite calcular la esperanza de vida