El ataque tuvo como foco a la instalación militar Al Udeid, sitio que alberga a más de 10.000 soldados y es la sede del Centro Combinado de Operaciones Aéreas del Comando Central de Estados Unidos (Centcom). Qatar calificó al bombadeo como una “violación flagrante de su soberanía”.
En el inicio de la represalia tras el bombardeo a sus instalaciones nucleares y en el marco de su guerra contra Israel, Irán atacó este lunes la base militar estadounidense Al Udeid, sitio ubicada en Qatar que alberga a más de 10.000 soldados y es la sede del Centro Combinado de Operaciones Aéreas del Comando Central de Estados Unidos (Centcom).
El bombardeo a lo que se considera como el mayor campo militar del país comandado por Donald Trump en Medio Oriente fue efectuado con misiles balísticos de corto y medio alcance y, según consignó el Pentágono, no ocasionó bajas. Las explosiones se oyeron en el centro de Doha y en Lusail, al norte de la capital, y se vieron proyectiles en el cielo.
La base Al Udeid está ubicada a unos 32 kilómetros al suroeste de Doha, fue construida en 1996 y expandida tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, por lo que actualmente cuenta con una superficie que supera los 31 kilómetros cuadrados e incluye dos pistas de 3.650 metros de largo.
Desde allí se coordinan misiones que cubren un extenso territorio que va desde Egipto hasta Asia Central. También funciona como sede operativa de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) en el Golfo. El gobierno qatarí condenó el ataque, afirmó que había logrado interceptar todos los proyectiles sin reportar víctimas y aseguró, además, que su espacio aéreo ya había sido restablecido.
Fox News había informado, en base a fuentes de la Casa Blanca, que existía la amenaza de un ataque “inminente” a una base estadounidense. Antes del ataque iraní, imágenes satelitales mostraron la salida de cerca de 40 aeronaves estadounidenses del complejo, en medio de las tensiones regionales por los ataques israelíes contra objetivos iraníes.
Qatar calificó al bombadeo a la base Al Udedi como una “violación flagrante de la soberanía” y advirtió que se reservaba el derecho de responder. En un comunicado oficial, el Ejecutivo qatarí subrayó que "tales acciones amenazan la estabilidad regional y constituyen una transgresión inaceptable del derecho internacional".
Majed al-Ansari, portavoz oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores, escribió al respecto en X: “Consideramos que se trata de una violación flagrante de la soberanía del Estado de Qatar, de su espacio aéreo, del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas”.
“Se tomaron todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad del personal de la base, incluidos los miembros de las Fuerzas Armadas qataríes, fuerzas amigas y otros. Confirmamos que no se produjeron heridos ni víctimas humanas como consecuencia del ataque”, agregó el funcionario.
La Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) lanzó este lunes un ataque con misiles contra la base aérea estadounidense de Al Udeid, en Qatar, en represalia por los bombardeos ejecutados por Estados Unidos el fin de semana sobre instalaciones estratégicas del programa nuclear iraní. La ofensiva fue reportada por la agencia de noticias estatal Tasnim, que también indicó que otras bases estadounidenses en Irak fueron alcanzadas, en una operación denominada “Anuncio de la victoria”.
Periodistas de AFP reportaron que explosiones se escucharon por la noche, hora local, en Doha, tanto en el centro de la ciudad como en la zona de Lusail, al norte de la capital. Testigos presenciaron el desplazamiento de proyectiles por el cielo nocturno, en coincidencia con el cierre del espacio aéreo qatarí.
Previamente, Qatar había anunciado el cierre su espacio aéreo luego de que la Embajada de Estados Unidos en Doha emitiera una alerta de seguridad para sus ciudadanos, instándolos a refugiarse hasta nuevo aviso, sin ofrecer explicaciones sobre la causa concreta de la advertencia.
Funcionarios de la Casa Blanca confirmaron que el gobierno de Estados Unidos se encontraba monitoreando en tiempo real los ataques lanzados por Irán, según recogieron medios locales. Mientras tanto, el Departamento de Estado replicó la alerta emitida desde la embajada en su sitio web oficial, reforzando la necesidad de tomar resguardo. Paralelamente, la administración de Donald Trump reiteró su advertencia general sobre el riesgo de nuevos ataques contra intereses estadounidenses en la región.
El régimen iraní también apuntó a la base Ain al-Assad que alberga tropas estadounidenses en el oeste de Irak, confió un funcionario de seguridad iraquí a The Associated Press. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a comentar públicamente. Justo antes de las explosiones, el presidente iraní Masoud Pezeshkian escribió en la plataforma social X: “No iniciamos la guerra ni la buscamos. Pero no dejaremos sin respuesta la invasión a la gran Irán”.
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