La primera ocurrió hace cuatro días en un acto en Zarzuela, cuando el Rey se enojó porque su ayudante no le acercó la silla lo suficientemente a la mesa, durante la reunión de Patronato de la Fundación Cotec.
La segunda tuvo lugar el miércoles, en la entrega de becas de la Caixa. ¿El motivo? Juan Carlos camina con sus muletas para hacerse la foto de familia y su ayudante no aparece para recogerlas. El monarca dio varios golpes en el suelo con las muletas, desencajado.
Los enojos del Rey no son cosa nueva. Desde el "¿por qué no te callas?" a Hugo Chávez durante una cumbre Iberoamericana y su desaire a la Reina al quitarle el brazo cuando ésta intentaba ayudarle a subir unas escaleras, hasta los golpes a su chofer el año pasado porque éste no había estacionado bien el coche oficial.
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