Desde que el sábado una explosión destruyó parcialmente el estratégico puente de Crimea -un ataque del que Moscú acusó a Kiev-, el Gobierno de Vladimir Putin inició una intensa ola de ataques de largo alcance con misiles que cayeron en distintas ciudades de Ucrania, incluida la capital, Kiev.
Desde Rusia anunciaron este martes por la mañana que sus ataques con misiles lograron su deber y que "todos los objetivos designados fueron alcanzados". Dichos objetivos eran instalaciones energéticas ucranianas, situación que provocó múltiples problemas en la distribución de la energía y consecuentes cortes en los suministros de luz y de agua corriente. Como consecuencia del ataque, Ucrania dejará de exportar electricidad a Europa.
Las infraestructuras energéticas de la región de Dnipro, en el centro de Ucrania, presentaban "graves" daños tras los últimos bombardeos rusos perpetrados en la zona, anunció este martes el gobernador regional, Valentin Reznichenko.
"Los rusos dispararon misiles contra las infraestructuras de los distritos de Pavlogrado y de Kamian: hay graves destrucciones", indicó el funcionario, que precisó que "muchos poblados están sin electricidad".
"Un modo de ahorro total de electricidad fue implementado en la región para que hospitales, transportes y otras infraestructuras sociales importantes puedan funcionar", añadió, incitando a los habitantes a "ahorrar electricidad". En el caso de la capital ucraniana, se informó que no habrá electricidad durante franjas horarias de cuatro horas al día.
Según la policía ucraniana, un total de 70 construcciones fueron dañadas, incluidas 29 objetos de infraestructura vital. Por su parte, el ministro de Energía ucraniano, Guermán Galushenko, calificó las ofensivas como "el mayor ataque contra el sistema energético" del país desde el inicio del conflicto.
Si bien tanto las fuerzas armadas ucranianas y la OTAN dijeron que los ataques a distancia son una señal de fragilidad de Rusia (habida cuenta el retroceso sufrido por sus tropas en el campo de batalla en los últimos dos meses), lo cierto es que los misiles de las últimas horas sumieron a ciudades enteras en una severa escasez de agua y luz.
Además, la cifra de muertos ocasionados por los bombardeos rusos del lunes trepó a 19, cinco más que la cantidad confirmada oficialmente hasta la noche del lunes, dijeron medios locales.
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