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Lo apuntó el ministro de Exteriores del Kremlin, Serguéi Lavrov, quien sostuvo que "la decisión" para que ello ocurra deberá ser solicitada por ambos países.
Las tensiones entre Armenia y Azerbaiyán en torno a Nagorno Karabaj siguen en aumento. Frente a la continuidad de los enfrentamientos bélicos, a pesar del compromiso firmado por parte de los cancilleres de ambos países, el fin de las hostilidades no llega y crece la preocupación en los países de la región.
En este sentido, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró que le parecería "correcto" el despliegue de fuerzas militares rusas a lo largo de la línea de control del territorio en disputada para garantizar así un alto el fuego.
"Creemos que sería completamente correcto que hubiera observadores militares nuestros, pero la última palabra recae en las partes. Por supuesto, nosotros partimos del hecho de que tanto Ereván como Bakú tendrán en cuenta nuestras relaciones de aliados y de asociación estratégica", indicó Lavrov en una entrevista con medios rusas.
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En esta misma línea, el canciller ruso agregó que las propuestas elaboradas para encontrar una solución al problema en Nagorno Karabaj por parte del Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) "permanecen en la mesa de negociaciones".
"Su contenido ya es conocido: se trata de una liberación gradual de las regiones en torno a Karabaj, al tiempo que se observan las garantías de seguridad y se asegura -antes de que se determine el estatuto definitivo de Karabaj- una conexión confiable entre Armenia y Karabaj", explicó Lavrov.
Aunque precisó que "la clave" para lograrlo es poner en marcha los mecanismos necesarios que permitan primero un alto el fuego, por lo que resulta "necesario reunirse de inmediato".
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