Numerosos inconvenientes provoca una ola gélida, con temperaturas bajo cero y nevadas, que en tres días provocó la muerte principalmente de indigentes, y varios países adoptaron medidas de emergencia para darles un albergue provisorio.

La tormenta siberiana Burian trajo nieve y hielo en toda Europa, donde 10 personas murieron en tres días, mientras se esperan picos de frío para hoy y mañana. Entre las víctimas de la ola gélida los más expuestos son los sin techo.

En Francia fueron hallados muertos dos indigentes, uno Valence, en el sudeste, y otro en la región de París. Para estas personas particularmente expuestas, las autoridades habilitaron más de tres mil lugares para recibirlos en un albergue.

Las temperaturas descendieron hasta -10 grados en las ciudades, un fenómeno inédito en la última década.

La nieve cayó también en la Costa Azul, donde Niza, Cannes y Antibes quedaron blancas desde la mañana del lunes.

También en Bélgica se adoptaron medidas de emergencia para asistir a los sin techo y la comuna de Etterbeek, en la región de Bruselas, ordenó dar acogida forzada a los que se obstinen en quedar a la intemperie. En Berlín se contabilizaron unas 3.000 personas sin techo y los refugios pueden ser insuficientes con las temperaturas que llegan a los 20 grados bajo cero. En Gran Bretaña, donde es particularmente golpeada por el hielo el este de Inglaterra, el aeropuerto londinense de Heathrow hubo muchos vuelos demorados o cancelados. La mayor parte del Reino Unido estaba ayer cubierta de nieve, en lo que constituye la semana más fría en cinco años para el territorio británico.

Numerosos inconvenientes se vivieron además en el aeropuerto sueco de Arlanda, en Estocolmo, y muchos trenes quedaron bloqueados en el oeste del país. En Polonia cuatro personas perdieron la vida en los últimos tres días y la cifra de muertos en este invierno desde noviembre pasado ascendió a 48.

En Lituania también murieron tres personas, mientras que en el corazón de Burian, en Rusia, se espera aún el pico máximo del frío en el centro del país y en Moscú, donde se sintieron -24 grados.

También el termómetro marcó -23 grados en Austria, cerca de Salzburgo, el río Danubio está congelado en algunos tramos, y los inconvenientes se replicaron también en Bulgaria, sobre todo en zonas de la frontera con Grecia, y en Rumania, donde las escuelas se cerraron en Bucarest. La nieve hizo descender el termómetro también en la costa adriática de Croacia, donde en Zagreb hubo -10 grados.

Por su parte, después de seis años, Roma amaneció ayer cubierta por una gruesa capa de nieve.

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