Los dos policías asesinados en San Miguel de Tucumán mientras cumplían un proceso de rutina tras un llamado al 911 fueron sepultados, en tanto familiares y amigos convocaron para hoy a una marcha para reclamar seguridad y justicia y las autoridades de la fuerza admitieron no tener pistas sobre el asesino.
Una caravana de varias cuadras de vehículos oficiales del 911, departamento policial al que pertenecían las víctimas, y autos particulares acompañaron el cortejo fúnebre hasta el cementerio donde fueron sepultados los restos de Sergio Páez González (43) y Cristián Peralta (37).
Ambos efectivos murieron a raíz de las heridas de bala recibidas cuando fueron atacados el martes en una de las calles internas del Parque 9 de Julio de la capital tucumana.
“Estamos cansados de sepultar a nuestros seres queridos”, señaló un familiar de Peralta, quien sostuvo que “el policía está desprotegido”.
“Le pedimos a las autoridades que por favor se cambien las leyes porque nos cansamos de reclamar pero nadie hace justicia con nuestros hombres, ahora convertidos en nuestros ángeles de azul”, indicó.
A través de las redes sociales se convocó para esta tarde, a las 19 a una marcha que finalizará con una concentración frente a la Casa de Gobierno a fin pedir justicia por Peralta y Páez González.