“Es un honor para mí que me hayan invitado a cantar en los festejos del cumpleaños de Santiago del Estero, que hoy celebra sus primeros 465 años en el parque Aguirre de Santiago capital. Yo nací en Buenos Aires, pero con una crianza muy ligada a la provincia. Constantemente estoy yendo a Santiago e impregnándome de nuestras raíces. Voy a cantar las canciones del disco nuevo que salió en octubre del año pasado y las vengo presentando desde el verano con el formato que estoy mostrando en todos los festivales”, dispara de entrada Martín Paz, quien el próximo sábado, a las 21, presentará Eterno Amor, en La Trastienda, de Balcarce 460 (CABA), junto a artistas invitados como su padre, Onofre Paz; Peteco y Cuti Carabajal.
Nacido en una familia de profunda raíz folklórica santiagueña, posee un ADN innegable, tanto por el registro de su voz clara y limpia como por su veta de autor y compositor y hablando de su nuevo trabajo discográfico, Eterno Amor, señala que “se dirige a una mujer. El amor es universal y puede abarcar todo tipo de amor. Es una canción que ha tomado una dimensión muy importante, inesperada y se metió dentro de lo que es el cancionero popular. Es algo que me genera mucha felicidad”.
Con respecto a la anécdota de cuando fue expulsado de Los Manseros Santiagueños, en febrero de 2017, cuando llevaba once años compartiendo escenario con su padre y verdugo, recuerda que “ése ha sido un hecho triste, que ni él ni yo quería que sucediera. Fue un desgaste de muchos viajes. Pero ahora afortunadamente está todo muy bien. Nos hemos reencontrado como familia. El día que nos volvimos a ver, mi viejo me cocinó un guiso. Hablamos de mis hijos y de la música que nos une. Soy muy feliz con este camino de la música, que aprendí a querer y disfrutar, acompañándolo a mi padre a todos los festivales cuando yo era chico”.
Néstor Gutiérrez Mónaco