El albinismo es algo poco común pero que suele llamar la atención de quienes estudian los cromosomas de los seres vivos. Pocos saben, pero no sólo a los seres humanos afecta esta mutación de genes, sino que también a diferentes especies de animales, quienes no logran tener una alta esperanza de vida debido a diferentes situaciones que tocan transitar en la vida silvestre.
Este tipo de característica es hereditaria y se da en seres humanos, como también en los animales y vegetales, en donde faltan otros compuestos como los carotenos.
Es una marca hereditaria que suele aparecer con la combinación de dos padres portadores del gen recesivo, lo cual produce mutaciones en diferentes genes que resultan en una reducción o ausencia total del pigmento melánico de ojos, piel y pelo. El albinismo es un trastorno genético heterogéneo.
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Por lo general, los animales albinos tienen condiciones de vida muy duras y no sobreviven mucho tiempo en el medio ambiente natural debido a su debilidad ante los rayos solares y a que su falta de color los delata ante sus presas y depredadores. Los más afectados suelen ser los monos albinos, que al no estar acostumbrados a deambular por el suelo, quedan muy expuestos a animales depredadores que están a la búsqueda de cuál será su próxima víctima.
Aunque existen muchas críticas al respecto de parte de algunas asociaciones protectoras de derechos de los animales, expertos coinciden en que la única salida posible para este tipo de animales es la vida en cautiverio. Es por esto, que muchos hospitales veterinarios y zoológicos se adueñan de este tipo de especies particulares para cuidarlos.