Con la sorpresiva derrota sufrida ante México, 1 a 0, Alemania se convirtió en el sexto campeón de la historia que arranca perdiendo en el Mundial siguiente, en un ranking que encabeza la Argentina, que experimentó esa extraña sensación en dos oportunidades. Los teutones, que venían de ganarle la final a nuestra Selección, en Brasil 2014, con un gol en tiempo suplementario anotado por Mario Goetze, esta vez quedaron paralizados ante los aztecas, que se impusieron con un gol de Hirving Lozano.
Esta situación arrancó en Brasil 1950, cuando Italia, que había ganado dos títulos seguidos en 1934 y 1938 -no hubo Mundial en 1942 y 1946 por la segunda guerra-, perdió en su debut ante Suecia, 3 a 2 en el estadio Pacaembú, en Sao Paulo, con lo que no pudo acceder a la liguilla final.
El segundo capítulo se vivió en España 1982, cuando nuestra Selección, que venía de consagrarse campeona como local en 1978, cayó en el choque inaugural ante Bélgica, 1 a 0, en Barcelona, aunque de todos modos alcanzó la segunda fase.
Como si fuese un designio para la Argentina, luego de salir campeona en México 1986, de la mano de Diego Maradona, fue sorprendida en su arranque de Italia 1990, al perder en el Giuseppe Meazza, de Milan, contra Camerún, que la superó 1 a 0 con gol de Francois Omam Biyik. Pero así y todo llegó a la final, donde sucumbió ante Alemania por un penal sobre la hora.
En Corea/Japón 2002 Francia, dirigida por Roger Lemerre, portadora de la corona ganada cuatro años antes como local, cayó de manera estrepitosa ante Senegal, en Seúl, con un tanto de Papa Bouba Diop. Igualmente, la selección gala empató después 0 a 0 con Uruguay y volvió a perder frente a Dinamarca, 2 a 0, por lo que se marchó rápidamente de la competencia, último de su grupo y sin marcar goles.
Por último, hace cuatro años, en Brasil 2014, la que vivió la extraña situación fue España, que pese a adelantarse en el marcador, cayó de manera estrepitosa ante Holanda, 5 a 1. Fue el principio del fin de la era más gloriosa de la Roja, que había encadenado dos Eurocopas y un Mundial, en Sudáfrica 2010.
La derrota posterior ante Chile, 2 a 0, significó el adiós prematuro del equipo de Vicente del Bosque, al que de nada le valió vencer después a Australia por 3 a 0.
Ahora Alemania, tetra campeón (festejó el título en 1954, 1974, 1990 y 2014), vivió por primera vez la situación de ser humillado tras un festejo mundialista, porque en las tres oportunidades anteriores había logrado dos victorias y un empate.
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