Con el objetivo puesto en recordar el nacimiento de Aníbal “Pichuco” Troilo, considerado “el bandoneón de Buenos Aires”, cada 11 de julio se celebra en la Argentina el Día del Bandoneón, instrumento conocido por ser determinante en el sonido y la historia del tango.
Para festejar un nuevo aniversario del natalicio de Troilo (1914-1975) la Academia Nacional del Tango dará un concierto gratuito protagonizado por un seleccionado de bandoneonistas e intérpretes que harán un recorrido por su obra.
Alejandro y Franco Bruschini, Gabriel Merlino, Julio Pane, Walter Ríos y José "Pepe" Colangelo, son algunos de los músicos que participarán de este tributo a "Pichuco", en la entidad ubicada en Avenida de Mayo 833, primer piso, a las 19 horas. Para quienes no puedan asistir, el evento se transmitirá a través del Facebook: @academianacionaldeltango.
Músico intuitivo y autodidacta, Troilo logró evolucionar a medida que pasaban los años y se terminó convirtiendo en una figura de referencia y un clásico eterno del tango.
Bandoneonista, compositor, director y arreglador, fue la figura central de la época de oro del tango, una parte central de la noche porteña, dirigió desde 1937 su orquesta típica, con la que debutó el 1 de julio de ese año en la boite Marabú. En su orquesta se lucieron grandes músicos como Orlando Goñi, David Díaz, Astor Piazzolla, Ernesto Baffa, Raúl Garello, Osvaldo Berlingieri y José Colángelo, entre otros. Por su orquesta pasaron voces del tango, desde Fiorentino y Alberto Marino hasta Edmundo Rivero, Roberto Goyeneche, Nelly Vázquez y Tito Reyes que lograron creaciones únicas.
"Pichuco" tuvo siempre el equilibrio justo para traducir sus ideas en arreglos de los tangos, compuso desde 1933 hasta 1975 un total de 61 obras desde la rítmica innovadora de "Toda mi vida", "Romance de barrio" o "Sur" hasta el íntimo "Responso".
Troilo logró cambiar toda una época del tango, generando la evolución del género con sus arreglos y orquestaciones. Fue admirado por sus pares, amado por el público y recordado siempre por su pueblo.
Si bien en la Argentina el bandoneón -instrumento de viento que tuvo sus orígenes en Alemania- influyó en el chamamé y otros estilos de la música popular de raíz, en pocos su rol es tan protagónico como en el tango.
De acuerdo con la clasificación de los musicólogos Eric von Hombostel y Curt Sachs, es un “aerófono portátil con botones, accionado a fuelle, con ejecución simultánea de ambas manos, por acción del aire a presión con un sistema de lengüetas metálicas. Del lado derecho se encuentran los denominados cantos afinados y del lado izquierdo, en una octava más baja, los graves”, acorde a lo informado por el Ministerio de Cultura de la Nación.
Sus orígenes no están bien definidos, pero se cree que se remontan a la Alemania del siglo XIX, cuando apenas era un órgano de iglesia portátil. Se le suele atribuir su autoría al luthier Heinrich Band, que creó un instrumento portátil inspirado en la concertina, para proveer de música a las pequeñas iglesias que no podían comprar ni mantener órganos o armonios.
Aun así, otros conocedores del tema afirman que Cyrill Demian, inventor armenio, fabricante de órganos y pianos, patentó el bandoneón el 6 de mayo de 1829 en Viena. Además, también se atribuye su invención a Carl Friedrich (o Herman) “Uhlig”, lo presentó en 1830 en la Feria de Liepzig modificando la concertina inglesa de cajas hexagonales.
Podríamos decir que el 11 de julio es considerado uno de los días mas importantes para la música argentina, dado que también se celebra el Día del Baterista, en conmemoración del fallecimiento de Oscar Moro, en 2006.
El baterista, de 58 años y fallecido en Buenos Aires, fue uno de los miembros de la legendaria banda Los Gatos y de Serú Girán y está considerado entre los mejores “bateros” argentinos, tocó con León Gieco y la banda de rock Riff.
El baterista extendió también su impronta en trabajos de Pastoral y de artistas solistas como León Gieco, Celeste Carballo, Fabiana Cantilo, Alejandro Lerner, Nito Mestre, Silvina Garré y excompañeros de diversos grupos, como Charly García, Pedro Aznar y Carlos Cutaia, entre otros.
En conmemoración del artista se estableció en Argentina al 11 de julio como el Día del Baterista, fecha para honrar a los intérpretes de ese instrumento.