Pelaron el espectáculo que tanto, pero tanto merecían los fanáticos argentos. No como en aquel
del 2005 donde tocaron menos de una hora, y colgaron solamente una banderita detrás del escenario y listo. En ese momento la única puesta fueron ellos. Pero esta vez, además de toda su bestialidad musical con un setlist tremendo (faltaron temas, es cierto; pero estuvo buenísimo), el grupo que encabeza
.
Los disfraces del horror de todos, las clásicas plataformas que suben y bajan y que además giran sin parar; una cabeza gigante de demonio con una pantalla que simulaba ser una especie de boca y cambiaba de color; fuego por todos lados, luces, láseres y otros efectos que hicieron flashear a cada una de las miles de almas presentes hasta más no poder.
volvió a demostrar que vivo es una de las bandas más poderosas, más salvajes del universo. Te pasa por arriba. Y es una bestialidad en todo: en sonido y en imagen. Primero suenan del re carajo. Explotan. Les vuelan el coco a todos; y encima los deja extasiados con la performance visual que pelan. Porque además de todo ese power colosal que parece que nunca termina de crecer, los
Y todos tienen un papel fundamental para este flasheazo. Claro que
Corey Taylor desde esa voz impactante y su carisma, es el actor principal de este show-horror. Pero cada uno de los Slipknot tiene una presencia vital en la puesta de la muerte: el imponente
Mick Thomson con esa guitarra violenta; el majestuoso violero
Jim Root, que justo un día antes del show cumplió 44 octubres y Corey en dúo con el público le cantaron el feliz cumpleaños.
Los percusionistas, el fundador histórico
"Clown" Shawn Crahan y
Chris Fehn, arriba de esas plataformas del demonio que subían, bajaban, y giraban, y aportando esos golpes que industrializan el ñú metal sacado de los Slipknot; el loco del
DJ Sid Wilson que no paraba de agitar ni un segundo por todo el escenario y de tirar magia con su tornamesa, en la tercera de las plataformas;
Craig Jones dándole todo el vuelo con sus samplers y teclados, desde la cuarta plataforma.
Y aunque que no son miembros oficiales de la banda, el bajista británico
Alessandro Venturella y el baterista estadounidense
Jay Weinberg (ambos formaron parte del último disco "5: The Gray Chapter"), fueron pilares de esta bestialidad sonora. Son más que un ladrillo en la pared colosal que es la base de
Slipknot.
Crónica de un salvajismo anunciado... El show que dieron los
Slipknot fue de locos, y los metaleros -en su mayoría adolescentes- lo vivieron como locos. ¡Sacadísimos! Se mataron del primer al último tema. Con una resistencia física admirable. Porque
el pogo fue salvaje, asesino. Y en todo momento, eh. No solo en los primeros temas como muchas veces sucede. Los pibes, muchísimos con los disfraces o las máscaras de sus ídolos, descargaron toda su furia en el campo de
GEBA.
En la intro con XIX, la gente juntó aire y energía, y en el arranque con Sarcastrophe la oleada de pogos fue demoníaca. Y así fue en cada canción. A cada instante: en The Heretic Anthem, Psychosocial, The Devil In I, AOV, Vermillion, Wait and Bleed, Killpop, Before I Forget, Sulfur, Duality, Disasterpiece, Spit it Out, y Custer. Después de unos minutos de impasse, con el público detonado, empezó a sonar la intro "742617000027" del primer disco de Slipknot, y vino la despedida con triplete feroz: Sic, People=Shit; y el adiós con Surfacing.
Un show espectacular desde todos los puntos de vista. Lo que sí estuvo flojo, flojo es que en una banda del tenor visual de Slipknot no tenga pantallas gigantes a los costados ni en el mangrullo para que lo que están en el fondo puedan ver mejor. Las pantallas estaban eh, pero vaya a saber por qué motivo estuvieron sin utilizarse en todo el recital. Muy mal ahí.
Pero independientemente de esta detalle -no menor-, fue un reci del carajo. Para los ojos y para los oídos (qué bueno que mejoraron el sonido, después de lo corto que se quedó Geba con System of a Down y Deftones). Y ahora, después de este show que dejó caretas a todos, solo queda esperar que la promesa que hizo Corey Taylor de no dejar pasar otros 10 años para volver, se cumpla...
Esta es la imagen del Setlist de Slipknot en GEBA...
A.N.I.M.A.L. y De la Tierra
La previa de Slipknot también fue salvaje. A puro Poder Latino...A.N.I.M.A.L., con Andrés Giménez, Titi Lapolla y Marcelo Castro, descargaron todo su arsenal con una lista corta, pero recontra potente. Y se podría decir que fue uno de sus mejores shows a nivel sonoro desde el esperado regreso, porque el power trío que revolucionó el metal argentino en los 90 les voló la peluca a todos. Por eso, esos círculos de la muerte, esos coros en cada canción.
Algo que no pasó tanto con el show posterior de De la Tierra. Obvio que esta bandaza latinoamericana integrada por Andrés Giménez (A.N.I.M.A.L.), Andreas Kisser (Sepultura), Alex González (Maná), y el Sr. Flavio (Los Fabulosos Cadillacs), brindó un reci con una jerarquía sonora impecable.
Sobre todo, el animal Alex, que fue un pulpo arriba de los parches y dejó más que en claro que el metal es lo suyo. Pero la gente no se prendió fuego tanto. Quizá De la Tierra debería venir más seguido por estos pagos, porque el poder que desata es bárbaro. Y además, es un placer ver a músicos con ese nivel de ejecución. En definitiva, una tarde y noche metalera terrible en GEBA. Que vengan muchas más. Las estaremos, esperando...