Es que más allá de que nunca son oportunas las derrotas, cero punto en las dos primeras fechas era algo que nadie imaginaba en el mundo Tigre, más teniendo en cuenta la buena producción en los partidos amistosos.
Pero más llamativo que eso fue la determinación que tomó el técnico Pedro Troglio en los dos encuentros iniciales. Si en los partidos de preparación ponderábamos el hecho de que el entrenador parecía haber encontrado la base -ya que casi siempre participaron los mismos jugadores en los nueve partidos amistosos- ahora la realidad parecer ser otra.
Es que más allá de algunas situaciones particulares, como los casos de Javier García y Oliver Benítez, que tuvieron que ser reemplazados obligadamente, el técnico efectuó al menos un cambio por línea, lo que quiere decir que la inseguridad lo invadió justo al comienzo de la competencia.
Otro lesionado más
A propósito de las lesiones, en las próximas horas se conocerá el tenor de la lesión que sufrió en el partido ante Newell's el atacante Federico González.
Además de la situación apuntada líneas arriba, tampoco la suerte parece acompañar al Matador ya que, sin jugar bien, tuvo una situación favorable ante los rosarinos, con el marcador en blanco, Morales falló un tiro penal.
Consciente de esa situación, Troglio afirmó: "El lunes tenemos que ganar, estamos necesitados. Acá tengo menos espalda que mi hijo de un año, tengo una espalda chiquita más allá de las buenas sensaciones que habíamos dejado al final del torneo pasado. No es como en Gimnasia".
Luego "bajó un cambio" al decir: "Llevo mucho tiempo en esto y siempre salimos adelante.
Pero finalizó diciendo que "aquí se vive de victorias, no de jugar bien. Después de Huracán, tenemos a Independiente y a Boca...", se explayó el técnico sobre un presente muy diferente al pasado tan cercano y a un futuro que por ahora pinta impensadamente complicado.