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Al Fujairah, que sigue puntero e invicto, sumó otra victoria clave en la búsqueda del ascenso con gol del argentino Danilo Carando. Cada entrenamiento es un show de indicaciones del DT, que vive intensamente su trabajo.
El Al Fujairah de Diego Maradona no para. Sigue invicto y este sábado le ganó un partido clave en la lucha por el ascenso al Al Urooba y está puntero, con un partido más, con igual cantidad de puntos que el Bani Yas.
El gol lo hizo Danilo Carando, un argentino que llegó como refuerzo, y que corrió casi toda la cancha para dedicarle su gol al astro. No es para menos. Es que Danilo sufre horrores su estadía en los Emiratos: no habla árabe, tampoco inglés y la convivencia en le vestuario es complicada.
Suele estar solo, tratando de encontrar una voz amiga y apenas se entera de la presencia de POPULAR se acerca, no por la nota, sino para poder tener un ida y vuelta. “Cuesta mucho estar acá, por suerte ahora tengo a mi familia, pero es muy bravo. Por suerte Diego me habla mucho, me aconseja, porque lo que más cuesta es encontrar el lugar en la cancha, poder entrar en el juego”, contaba hace unos días este cordobés de 29 años que tuvo un breve paso por Unión de Santa Fe y que es uno de los tantos trotamundos del país futbolero. Y justamente hizo lo que Diego le pide en cada práctica: que entre por el segundo palo y que aproveche los desbordes.
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Diego se transforma en los entrenamientos, es sin dudas lo que lo mantiene con vida. Grita, arenga y vuelve loco a Mohamed, su traductor, ya que muchas veces lo descoloca con sus frases. “Dale, muévanse, muévanse que nos roban la cartera”, “No se duerman, cocodrilo que se duerme es cartera”, les grita en medio de un trabajo con pelota que prepararon junto a Luis Islas. Mohamed grita a la par de Diego, los árabes miran sin entender la metáfora, poco importa, siguen la arenga de su Dios.
“Lo que encontré en este grupo es una entrega al trabajo como no me había pasado nunca. Muchos de los muchachos trabajan en otros lugares, vienen acá después de un día de mucho cansancio, pero entregan el ciento por ciento”, dice Diego. Su referencia tiene que ver con que el 80 por ciento del plantel trabaja de Policía o Militar de las fuerzas de seguridad, pasan horas parados, pero después dejan la piel en las casi dos horas de entrenamiento. Ayer Danilo rubricó ese compromiso con un gol y una sonrisa para su entrenador.
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La dura tarea de adoctrinar a los arqueros
Uno de los problemas que tuvo Diego en su llegada al Fujairah fue el tema de los arqueros. Es que en la Liga se permiten solo dos refuerzos como extranjeros, pero ninguno de ellos puede ser arquero. La idea es tener paridad y poder darle la oportunidad a los arqueros árabes, sino ninguno va a querer atajar.
“Fue bravo poder explicarles lo que nosotros queríamos en el equipo, no sólo jugar con los pies, sino el tema de cuándo salir. Ellos estaban acostumbrados a salir siempre, a veces la pelota iba cerca de la media luna y salían igual”, dice Diego recordando lo que fueron esos comienzos. Pero el Diez lo solucionó. ¿Cómo? Llamó al Stinfale, gerenciador de Deportivo Riestra, y le pidió que le mande al entrenador de arqueros del equipo para comenzar con una tarea bien de inferiores.
Bruno y Pato son los argentinos que llegaron al cuerpo técnico y que lograron lo más difícil, poder darle ciertos conceptos básicos del puesto a un arquero que tiene 30 años. Ellos siguen además una rutina de entrenamientos con Maradona quien, como él mismo lo dice, ‘cuando la rodilla me aguanta’, se divierte peloteando como lo hacía con la Selección en Sudáfrica. “Todavía le pego eh, pensé que había perdido el olfato”, dice el Diez en broma después del décimo gol, en diez penales, que le hizo a su arquero. Al menos en el partido le responde...