La Justicia de Mar del Plata investiga el robo del cadáver de un bebé de cuatro meses del cementerio de la ciudad bonaerense de Miramar, hecho por el que se apunta a representantes de un culto satánico, ya que se registraron otros episodios similares en la zona y los indicios apuntan a que el cuerpo fue removido por alguien que "sabía como hacerlo". Se trata de Ciro Lescano, quien había sepultado el pasado 4 de julio. Tres días después, su madre fue a visitarlo y notó que la tumba había sido profanada, por lo que realizó una denuncia y la policía exhumó el féretro ayer para verificar que se encontraba vacío.
Tras completar esa tarea se realizó un primer rastrillaje en el cementerio y alrededores, que permitió hallar ropa de bebé, que ahora será analizada para saber si es la que llevaba puesta cuando lo sepultaron, en el marco de la causa que quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5, que conduce el fiscal Alejandro Pellegrinelli.
El procedimiento, que continuará hoy, contó con 60 efectivos de Policía Científica, comunal, bomberos, infantería, caballería, efectivos de la subDDI Miramar, miembros de la fiscalía descentralizada y el aporte de perros especializados que llegaron desde Tandil.
En tanto, el municipio de General Alvarado que comanda el intendente Germán Di Cesare dispuso por decreto un recompensa de 100 mil pesos para las personas que puedan aportar datos útiles para esclarecer el caso.
Peregrinelli confirmó que el cajón no tenía marcas de violencia, por lo que todo apunta a que el episodio fue perpetrado por "alguien que conoce como hacerlo, de forma limpia y con la sola presencia de este elemento que es el exterior".
Consultado por la posibilidad de la participación de una secta, le explicó al portal El Marplatense que la lupa está puesta en "grupos que pudieran estar vinculados a algún tipo de rito de esta naturaleza" y aclaró: "Es el tercer caso en poco tiempo en esta localidad".
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Así recordó lo ocurrido en 2017, cuando desaparecieron los cadáveres de otros dos menores de edad. El primer hecho en el cementerio de Comandante Nicanor Otamendi fue contra los restos de un niño de dos años, que luego apareció mutilado a la vera de un arroyo. El restante fue el 24 de diciembre de ese año, cuando desapareció el cuerpo de Ciro Aranda, un nene de un año y dos meses, que hasta hoy sigue sin ser hallado.
El fiscal confirmó que cuando la madre realizó la denuncia había hallado "el chupete del bebé y las cartas que depositaron en el interior sus hermanos del menor", mientras que sobre los trabajos realizados hasta el momento precisó: "Se recibieron declaraciones del personal del cementerio, que tiene la particularidad de ser virtualmente abierto hacia el fondo, lo que permitiría el acceso con personas con facilidad. El lugar está a 15 20 metros del lugar donde el sereno pernocta, que debió haber advertida la maniobra, que tuvo que llevar tiempo", deslizó Peregrinelli.
A su vez, fuentes de la investigación señalaron que la profanación de una tumba no constituye un delito en sí mismo, salvo que haya otras circunstancias involucradas, por lo que la Justicia intenta avanzar en esa línea para determinar si intervino algún culto religioso.
Por su parte, la secretaria general y de gobierno de esa comuna, María Eugenia Bove, confirmó al diario local La Capital que "a la par del proceso judicial, estamos iniciando nuestro propio accionar, que incluye a los dos serenos y otros cuatro empleados que trabajan en el cementerio".
La funcionaria precisó que desde Desarrollo Humano brindan "contención" a la familia de Ciro, más allá de la recompensa, mientras reconoció que existe una preocupación por la repetición de casos: "Algo está pasando en la zona a lo cual todavía no podemos acceder y seguramente existen complicidades por la semejanza de los casos".
El decreto Nº 1766 de ese municipio establece que el dinero será para los que aporten testimonios, documentación y todo otro elemento de referencia de entidad que resulte relevante y decisivo para la individualización de los responsables del hecho y la localización de los restos mortales.
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