A partir de hoy, los celulares que sean denunciados como perdidos, robados o falsificados serán bloqueados y no podrán funcionar con ninguna red móvil del país.
Cuando se pretenda cambiar la tarjeta SIM de uno de los dispositivos que integran la "lista negra" de aparatos denunciados, el sistema se bloqueará y no se podrá conectar más a una red móvil. Es decir, todos los celulares con un IMEI (el número de serie único de cada aparato) "inválido", serán desactivados.
Las personas que se dediquen a la comercialización y reparación de celulares tendrán que inscribir los datos de cada teléfono celular que posean para la venta; la descripción de las partes que utilicen, los teléfonos celulares que tengan para su reparación y las operaciones de compraventa que realicen.
"A partir de un decreto del Enacom, si un smartphone es robado y su IMEI fue adulterado se lo dará de baja y no se podrá usar ni vender", indicó el jefe de la División de Cibercrimen, Carlos Gabriel Rojas a La Nación. "Es una medida importante porque, para nosotros, todos los teléfonos robados están manchados de sangre, porque las circunstancias de la sustracción son, en general, violentas".
La medida forma parte de un plan integral cuyo objetivo es “desmantelar las mafias del robo de celulares que generalmente conviven con los motochorros”, señaló el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Martín Ocampo.
"Queremos mandar un mensaje muy claro: no permitiremos la comercialización de teléfonos celulares robados en la Ciudad, y vamos a seguir desbaratando estas cuevas de comercio ilegal todas las veces que sea necesario", añadió Ocampo.
El ministro recordó a la población que es fundamental registrar los celulares llamando al *234#. "Si sufren un robo del teléfono inmediatamente hay que bloquearlo llamando al *910. Esto impide el uso, comercialización, importación y exportación de los mismos obtenidos a partir de maniobras delictivas o fraudulentas", explicó.