L os investigadores del homicidio del fotógrafo Paulo Arce creen que el asesinato puede estar vinculado al narcotráfico, ya que en la escena del crimen, se hallaron 750 gramos de cocaína, aunque no descartan otras hipótesis que apuntan al ámbito de la pornografía, debido a que realizaba producciones eróticas, o con el de un club de motos al que pertenecía.
El hombre, de 44 años y conocido por el apodo de "Cheff Bonzai", fue encontrado muerto en un gimnasio en desuso en el que vivía y tenía montado su estudio, ubicado en la calle Mariano Moreno al 4400 de la localidad de Caseros.
El crimen fue descubierto por una joven con la que la víctima se había citado para una sesión de fotos, que como no obtenía respuesta al tocar el timbre, se asomó al interior y descubrió un cuerpo en el suelo en medio de un charco de sangre.
Esta chica de inmediato llamó al 911 y arribaron al lugar, tanto efectivos del Comando de Prevención Comunitaria, como de la Coordinación Departamental de Investigaciones de Tres de Febrero. "Arce tenía tres heridas de arma blanca por la espalda y, si bien en el lugar secuestraron una vaina servida calibre 9 milímetros, no observaron orificios de bala en el cuerpo de la víctima", se indicó.
En la escena del crimen no fueron secuestrados ni cuchillos, ni armas de fuego, aunque los peritos de la Policía Científica sí notaron que había gran cantidad de sangre, no sólo debajo del cadáver del fotógrafo, sino también en los alrededores, en el suelo y hasta en un almohadón.
Los investigadores del caso creen posible que "Cheff Bonzai", un hombre con exceso de peso y de contextura grande, haya presentado resistencia a quien terminó asesinándolo y por ello tomaron muestras de las manchas hemáticas para saber si alguien más resultó lastimado. Por ello, y aunque no fueron hallados rastros de goteo desde la vivienda hacia el exterior, se averiguó en los distintos centros asistenciales de la zona si había sido reportado el ingreso de una persona herida en circunstancias poco claras.
El ingreso al domicilio no estaba violentado, por lo que la principal hipótesis de la investigación es que Paulo Arce conocía a quien cometió el crimen y que él mismo le permitió pasar al lugar.
En el caso interviene la fiscal Liliana Tricarico, titular de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 6 del Departamento Judicial San Martín, quien ya entrevistó a allegados de Arce con la intención de saber si tenía deudas u otro tipo de problemas que pudieran haberlo puesto en riesgo de un ataque.
Ahora, mientras se espera el informe de autopsia que determinará cuántas y qué clase de heridas tenía la víctima, la fiscal estudiaba si el homicidio pudo estar relacionado con tres actividades que desempeñaba Arce: el narcotráfico, la pornografía y el de los clubes de motos.
Con respecto a la primera, los policías incautaron en la escena unos 750 gramos de cocaína de máxima pureza y encontraron elementos que permiten sospechar que el fotógrafo efectuaba su fraccionamiento en el lugar para su posterior venta al menudeo. Tras esos hallazgos, la fiscal Tricarico no descartaba que el crimen haya podido estar enmarcado en un ataque narco.