La Justicia de Garantías de Lomas de Zamora decidió este lunes enviar a juicio oral a Gustavo Santillán, detenido por el crimen de su ex concubina Fátima Catán, cometido en 2010, en la localidad bonaerense de Villa Fiorito.
Fuentes judiciales informaron a Télam que el juez Gabriel Vitale dio a conocer la decisión luego de rechazar el pedido de sobreseimiento del imputado planteado por la defensa.
De esta manera, Santillán (32) será sometido a debate oral, acusado de ser autor de "homicidio simple en el contexto de violencia familiar".
Entre las pruebas valoradas por el magistrado se encuentra el informe de autopsia que reveló que la muerte de Fátima (24) "fue producida por mecanismo violento, siendo su causa original quemaduras del 85% de la superficie corporal y de la vía área superior", indicó el fallo.
También se basó en testimonios que señalaron que la víctima -que al momento de morir cursaba un embarazo de cinco semanas- había sido golpeada por su concubino al que describieron como "muy celoso".
Además, el juez consideró que el acusado ha incurrido en "ciertas contradicciones" al dar su versión de los hechos inicialmente a los primeros testigos que le preguntaron qué había ocurrido y después en su declaración indagatoria.
Vitale opinó que, además, "existen pruebas objetivas e indicios suficientes" para sostener que el lugar del hecho fue "alterado o modificado" y que una cámara de seguridad que funcionaba en la casa de la pareja "fue extraída" la noche del crimen y no meses después como explicó el propio Santillán.
Por último, el juez consideró de "suma importancia", los resultados del peritaje realizado por personal del Departamento Técnico Investigativo de la División Siniestros de la Policial Federal durante la reconstrucción del hecho en la casa de la pareja, situada en Murature 1628 de Villa Fiorito.
Santillán había asegurado que el 18 de agosto de 2010, Fátima estaba vestida con una musculosa y en ropa interior en la habitación y, en medio de una discusión, se paró en la puerta del dormitorio "con sus brazos recogidos a media altura, sosteniendo en su mano derecha una botella plástica blanquecina, que contendría alcohol, y en su mano izquierda un encendedor".
Aclaró que la mujer se hallaba con la botella de alcohol y algodón porque estaba limpiando discos compactos y que se prendió fuego cuando encendió un cigarrillo.
Además, contó que una vez iniciadas las llamas, él se arrojó sobre el cuerpo de ella con intenciones de apagar el fuego y que en esas circunstancias sufrió algunas quemaduras en su antebrazo.
Sin embargo, los peritos policiales explicaron sus dudas respecto a la hipótesis planteada por el imputado y basaron su conclusión en el análisis de la vestimenta que llevaba puesta Santillán al momento del hecho.