A Javier, de 41 años, lo mataron de más de 7 balazos cuando llegaba de la facultad a su casa de la localidad de Wilde, en Avellaneda, los mismos delincuentes que, desde hace dos horas, mantenían maniatada a su familia.
Los vecinos le brindaron los primeros auxilios y, ante la demora de la ambulancia, lo trasladaron al hospital, que está a tres cuadras del lugar. El joven falleció en el camino por las heridas recibidas.
Uno de los vecinos de la familia asaltada aseguró haber llamado al 911 ante la presencia de un Volkswagen Bora negro que merodeaba por la zona desde unos minutos antes y era el mismo que fue visto en otros hechos delictivos. Llegó un móvil policial pero según declaraciones de los vecinos, no hizo nada.
"Estaban mi madre, mis dos hermanos y mi cuñada en la cocina. Mi hermano fue a comprar una gaseosa y cuando salió, lo interceptó un Bora y lo llevaron al acceso sudoeste", detalló Marcelo, cuñado de la víctima fatal. "Se vinieron para acá (su casa) de nuevo, los ataron, le pegaron a mi mamá, lo de todos los días...", agregó.
Marcelo expresó que los delincuentes eran tres y que el infierno comenzó alrededor de las 19.30.
"Vino un patrullero, el Bora estaba estacionado, los vecinos le dijeron que había un auto sospechoso que estaba dando vueltas. La gran bronca es que vino la Policía, vio el auto pero no hicieron nada", destacó.
"Esto no pasa sólo en Wilde, pasa en el país, en Wilde, en La Plata, en Avellaneda, en Barrio Norte, en Belgrano... se acabó lo de la sensación", manifestó el hombre.