Las denominadas fiestas ilegales en quintas del Conurbano se convirtieron en un verdadero fenómeno, aún más desde la tragedia con muertos en Costa Salguero, ya que los eventos en Capital Federal se concentraron en territorio bonaerense. Se calcula que cada semana son organizados 1.500 encuentros con estas características, donde la venta de drogas y alcohol se realiza de manera descontrolada, al punto que recaudan unos 450 millones de pesos.
Así lo reveló en declaraciones a Diario Popular el titular de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, Claudio Izaguirre, precisando que "lo ocurrido en Moreno es una nueva demostración de que los reyes de la noche se manejan sin escrúpulos, con el único objetivo de recaudar, sin importarles la salud o directamente la vida de los jóvenes que asisten a los eventos clandestinos".
"Lo que sucedió luego de la tragedia en la fiesta electrónica Time Warp, que se realizó en Costa Salguero con cinco jóvenes fallecidos, es que los eventos para vender alcohol y drogas se concentran ahora en quintas o clubes del Conurbano. Lo que tenemos que saber es que los organizadores son los mismos dueños de las discotecas, que saben todo sobre evadir impuestos, comercializando bebidas y drogas. La estrategia es contratar a terceros, pero las ganancias se la llevan ellos", dijo Izaguirre.
Tal como se viene alertando desde hace bastante tiempo, cada vez resulta más "común" observar en distintos puntos de la Capital Federal o en la localidades del Conurbano a grupos numerosos de personas, sobre todo adolescentes, esperando subir a micros escolares, que luego los trasladarán a quintas bien alejadas donde se desarrollan las fiestas con música, alcohol y drogas. En algunos casos, en las viviendas alquiladas los asistentes pagan para acceder a las habitaciones y mantener relaciones sexuales, lo que se traduce en otro ingreso de dinero. En torno al "boom" de las fiestas ilegales en quintas o clubes, se viene detectando un nuevo esquema, con eventos que se llevan a cabo ya no sólo en los fines de semana, sino durante días de la semana.
"Cada vez es más común ver a chicos en lugares estratégicos de la Ciudad de Buenos Aires o el Conurbano, haciendo fila para subir a micros en días de semana. En ocasiones, ni ellos mismos saben dónde irán, porque es parte de este macabro negocio. Mantienen el secreto del espacio para que nos e difunda tanto y evadir los controles", dijo Claudio Izaguirre.
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