El Tribunal Oral Criminal Nº 4 de Morón halló culpable a Halliú del delito de “homicidio calificado por el vínculo”, con quien tenía un hijo y ya lo había denunciado por episodios de violencia de género.

Cristian Halliú fue condenado a la pena de prisión perpetua al ser hallado culpable de haber asesinado de 22 puñaladas a su ex pareja Cintia Laudonio, en un femicidio registrado en marzo de 2016 en una casa de la localidad de Castelar.

El Tribunal Oral Criminal Nro. 4 de Morón lo halló culpable del delito de “homicidio calificado por el vínculo’, con quien tenía un hijo y ya lo había denunciado por episodios de violencia de género.

En el fallo, los jueces Pedro Rodríguez, Juan Carlos Torti y Rodolfo Castañares coincidieron con lo solicitado por los fiscales Hernán Moyano y Florencia Demasi en sus alegatos, al igual que la abogada María Inés Terrizzano, representante de la familia de Laudonio como particular damnificado. Cabe recordar que la defensa oficial del imputado había pedido la absolución de Halliú por falta de pruebas y, subsidiariamente, la pena mínima por ‘homicidio simple’, que es de ocho años de prisión.

Tras los alegatos de las partes, el ahora condenado, quien al momento del crimen trabajaba como supervisor de ventas de electrodomésticos en el hipermercado Carrefour, pronunció sus ‘últimas palabras’ y, de pie y dirigiéndose al Tribunal, afirmó: ‘Soy inocente’.

El crimen de Cintia Laudonio ocurrió cerca de las 4.20 del 6 de marzo de 2016, en una casa situada en Curuchet al 1600 de Castelar, donde la mujer descansaba junto a sus tres hijos, dos niñas de ocho y diez años y un varón, de tres; este último fruto de su relación con Halliú.

De acuerdo a lo reconstruido por los investigadores del caso, el asesino arribó al lugar a bordo de un Peugeot 206, saltó las rejas del frente de la vivienda y luego rompió una ventana para poder entrar. Una vez dentro de la casa, el agresor sorprendió a la mujer la habitación en la que dormía, la apuñaló 22 veces y escapó, mientras que la víctima a llegar hasta el baño, donde cayó desvanecida. Ante esa situación, la nena más grande llamó por teléfono a sus abuelos, quienes dieron aviso al 911.

Al arribar a la escena del crimen, los policías y los médicos constataron que la mujer apuñalada ya estaba muerta y que de las 22 heridas que presentaba en distintas partes del cuerpo, la primera de ellas le había producido un profundo corte en la arteria aorta.

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De inmediato, la familia Laudonio apuntó contra Halliú y revelaron que la mujer lo había denunciado en tres ocasiones por violencia de género y a raíz de ello se le había impuesto una restricción perimetral para evitar que se acercara a la víctima.

Según los testimonios recabados por los investigadores, el problema radicaba en que Halliú no soportaba que su ex mujer estuviera en pareja con otro hombre, al que descalificó como ‘negro de mierda’.

En ese sentido, Rodolfo Laudonio, padre de la víctima, había declarado que el imputado estaba ‘obsesionado’ con su hija y pretendía retomar la relación, pero que Cintia ‘no quería saber nada’ al respecto.

A partir de los datos recogidos, el juez de Garantías de Morón Alfredo Meade ordenó la detención del hombre, quien fue capturado horas más tarde del mismo día del crimen en la casa de su abuelo, ubicada en localidad balnearia de Mar de Ajó.

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