La víctima, que estaba separada de su marido, estableció una relación en la red social con el asesino, a quien incluso le pagó el pasaje aéreo para viajar de Guayaquil, donde residía.

Una docente fue estrangulada en su vivienda de la localidad de Francisco Álvarez y por el crimen, los investigadores del caso buscan a un hombre de nacionalidad mexicana, al que había conocido, a través de la red social Facebook y había llegado al país días atrás, procedente de Ecuador.

La víctima fue identificada como Griselda Noemí González, de 39 años, cuyo cadáver fue hallado en una casa que alquilaba en esa zona del partido de Moreno para convivir con el sospechoso, al que había conocido virtualmente hacía unos cuatro meses.

La mujer estaba separada de hecho de su esposo con el que tenía una hija de 18 años y un hijo de 15 y residía en el barrio Almirante Brown, de General Rodríguez.

Según trascendió, la docente conoció por Facebook a un ciudadano mexicano que se hacía llamar Waldo Mares Parra , de 33, quien residía en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil.

González mantuvo una relación amistosa con este hombre hasta que decidió enviarle dinero para que comprara los pasajes aéreos con el objetivo de conocerse.

Mares Parra viajó el martes 9 de febrero desde Ecuador, hizo escala en Chile y finalmente aterrizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza, donde lo esperaba la docente, acompañada de su hija.

Previamente, González había alquilado un pequeño departamento en el cruce de ruta provincial 7 y San Pedro, en Francisco Alvarez, con la intención de ir a vivir con el ahora sospechoso.

No obstante, Griselda González se quedó a dormir el miércoles pasado en la casa de General Rodríguez y el último jueves fue a la otra vivienda con Mares Parra. Una vecina declaró que esa noche escuchó una discusión y gritos, hasta que vio salir al sospechoso, quien cerró la puerta con un candado.

Al día siguiente, la hija de la mujer le envió varios mensajes a su madre y como no le respondió, el sábado se dirigió con su padre al departamento para ver si la encontraba.

Como la docente, que hacía suplencias en escuelas de Moreno, no contestaba el timbre sus familiares llamaron al 911, por lo que personal de la Coordinación Departamental Moreno llegó al lugar.

Los efectivos ingresaron por la fuerza y constataron que González estaba muerta, aunque sin lesiones visibles en el cuerpo, ni signos de violencia, ni desorden en el interior de la vivienda. No obstante, personal de Policía Científica realizaron los peritajes correspondientes y recolectaron varios elementos para determinar qué había ocurrido.


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