El hombre, de 53 años, disparó cuatro veces contra Silvia Isabel Rosso (57), quien falleció casi en el acto, y le causó graves heridas a su hija Yamila (21), a quien le metió tres balazos. Luego, se subió a una moto Zanella de color negro y se dio a la fuga.
Pérez tiene un holgado prontuario: fue procesado por abuso de armas y tiene una causa por tentativa de homicidio. A una persona le disparó en una pierna y a otro chico, en un brazo, hecho por el cual se lo obligó a cumplir tareas comunitarias. Los vecinos le tenían miedo y denuncian connivencia con la Policía.
Mauricio Rosso (foto), hijo de una de las víctimas, recordó: "Hace muchos años empezó la escalada de violencia; una vez le pegó a mi mamá y a mi hermana. Tiene causas y sigue suelto. Todo indica que la Policía, la comisaría primera de Avellaneda, es cómplice".
En la misma sintonía, otro vecino contó: "Le hacía trabajos de electricidad a la Policía, en la comisaría primera de Avellaneda. Por eso lo tapan un poco a este tipo, y todos en el barrio le tienen miedo, porque está acostumbrado a hacer lo que quiere"
Una señora lo describió como "una persona muy mala, que le cortaba el cable, la luz y pateaba el portón a los vecinos. De los 40 años que hace que vivo acá, siempre tuvo problemas con la gente".