El letrado pidió una serie de exámenes al Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema con el objetivo de obtener un perfil del portero. Concretamente, lo que se intenta determinar es:
• Su conducta sexual
• Sus vínculos afectivos,
• Sus vínculos organizacionales a nivel familiar,
• Su clima emocional y dinámica grupal
• Si padece trastornos sexuales (de deseo por aumento o disminución de la excitación sexual)
• Trastorno de la erección e impotencia y parafilias
• Concepto de sí mismo y su modelo de masculinidad
Estos estudios psicológicos y psiquiátricos ordenados por el juez están incluidos en la foja 1 de la causa y fueron solicitados por la querella, confirmó el periodista Mauro Szeta en C5N.
Las cicatrices en el cuerpo de Mangeri motivaron a seguir esta línea. En particular, una lesión –la número 33- en la zona de la ingle compatible con un posible arañazo.
Se suman, a su vez, los testimonios de testigos que aseguraron que el portero del edificio ubicado en Ravignani 2360 tenía una conducta libidinosa y molestaba a las mujeres que pasaban por el lugar.
En esto se encuadra desde la denuncia de una empleada de una inmobiliaria relacionada a que el imputado le había ofrecido $100 pesos para ir "al sótano", hasta un mail enviado por una vecina, Romina –quien declarará hoy-, a partir de lo que le contó su empleada doméstica sobre el presunto acoso verbal de Mangeri a mujeres desconocidas.