El año pasado, precisamente el 4 de julio del 2022, Diego Pérez mató a su amigo de cuatro tiros en el interior de una su casa ubicada en Chacabuco, provincia de Buenos Aires, y escondió el cuerpo en una calesita en desuso en el fondo de su vivienda.
La policía logró encontrar el cuerpo de René Grobets de 27, el hombre asesinado, luego de que la familia denunciara la desaparición. El acusado del crimen quedó en libertad luego de que un jurado popular determinase que actuó en legítima defensa.
Pérez declaró en el juicio, el cual se realizó en el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de Junín, que el día del hecho la víctima, René Grobets, se presentó en su casa para reclamarle una supuesta deuda de 9 mil pesos de manera violenta y amenazante.
Grobets se fue después de prometer que volvería a buscarlo si no le pagaba, pero apenas esperó algunos minutos para regresar a cumplir su amenaza. “Cuando rompió la puerta y entró, dijo, ahora te mato”, recordó Pérez en el debate, y detalló: “ahí vi que él atinó a agarrar algo y entonces disparé en defensa propia. Disparé ciego”.
Luego de haberse defendido, Pérez no denunció lo que había pasado, sino que convivió con el cuerpo de la víctima dos días hasta que, una vez que la familia de Grobets denunció su desaparición, se realizaron una serie de allanamientos y la Policía encontró al hombre asesinado en una calesita abandonada en el patio del asesino.
Desde que comenzó el juicio se sabía que había tres posibles soluciones. Una de ellas era la absolución, la cual terminó siendo la elegida, por considerar que Pérez actuó el legitima defensa. Otra variante era que se considerara que fue un exceso en la legítima defensa, lo que suponía una pena de entre 3 y 4 años. Por último, estaba la calificación pedida por la fiscalía: el homicidio agravado por la utilización de arma de fuego, cuya pena podría estar entre los 11 y los 30 años.
El juicio se desarrolló en el Tribunal Oral en lo Criminal 1, a cargo de Esteban Melilli. La acusación la llevaron adelante los fiscales Esteban Pedernera y Paola Luján, mientras que Lucas De Ángel y Anabella Sandoval fueron los defensores del procesado. El veredicto anunciado por el presidente del jurado fue recibido con gritos y llantos, entre el alivio de los allegados a Pérez y la reprobación de la familia de la víctima.
Más tarde, Ivana Grobets, hermana de René, volcó su bronca en las redes a través de una publicación, bajo el título “Nadie Puede Matarte en Mi Alma”. “Hace un año que estamos esperando Justicia. Hoy comprobamos que un asesino puede darle más de 4 disparos a una persona y está en libertad, tal vez vendiendo pochoclos a los chicos”, escribió.
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