Tres mujeres se encontraban desaparecidas desde el viernes pasado en La Matanza y este miércoles, la policía bonaerense halló tres cadáveres en una casa de Florencio Varela. Sospechan de un crimen narco.
Brenda del Castillo, Morena Verdi, y Lara Morena Gutiérrez, desaparecieron el viernes por la noche en La Matanza. Mientras sus familiares reclaman por su paradero, este miércoles se conoció que la policía bonaerense halló tres cuerpos en una casa de Florencio Varela.
Los efectivos llegaron a ese lugar por el impacto del celular de una de las chicas en una antena de la zona. Por el momento no se difundieron las identidades de los cadáveres.
Según el informe de la empresa de telefonía, el celular tuvo señal en la antena situada en Malta al 400, en el barrio Santa Rosa, de Florencio Varela. En tanto, uno de los cuerpos apareció en una casa de Jáchal y Chañar. El otro habría sido encontrado en una camioneta incendiada similar a la que se registró en una cámara de seguridad como el vehículo al que subieron las tres jóvenes antes de su desaparición. Una hora después, se encontró un tercer cuerpo
Morena Verri y Brenda del Castillo, primas de 20 años, junto a su amiga Lara Morena Gutiérrez, de 15, fueron vistas por última vez el viernes 19 de septiembre por la noche en la rotonda de La Tablada, frente a la estación YPF ubicada en Camino de Cintura y Avenida Crovara. Poco después, los celulares de las tres dejaron de emitir señal.
Hay cuatro personas arrestadas por el caso, entre ellos una pareja de nacionalidad peruana, que fue detenida en un hotel alojamiento de la zona. Se piensa que son los dueños de la casa allanada, mientras que la Policía detuvo a otras dos personas que estaban en la vivienda y que se habrían encargado de limpiar todo.
La nueva hipótesis del caso, investigada por el fiscal Gastón Dupláa, es que las mujeres habrían sido asesinadas en el lugar en el contexto de una fiesta organizada por una banda vinculada a narcos de la Villa 1-11-14 del Bajo Flores, zona donde también apuntaron los celulares de las víctimas. Brenda y Morena tenían 20 años. Lara, apenas 15.