Una mujer que fue testigo y querellante en el juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en la ciudad mendocina de San Rafael fue hallada ahorcada, con un cable en el cuello, en su vivienda de la ciudad de Córdoba y ahora los investigadores procuran determinar si la asesinaron durante un intento de robo o por otros motivos que pudieran estar vinculados a su participación política.
El cuerpo de Elsa Marta Sosa de Fagetti (de 62 años) fue encontrado por su hija y su yerno en la casa en la que la mujer vivía sola, situada sobre la calle Pastor Taboada del barrio Altos de Vélez Sarsfield de la capital cordobesa. Según trascendió, se encontraba tendida en el piso de su dormitorio y presentaba un golpe en la cabeza, además de un cable atado alrededor de su cuello.
Personal de la División Homicidios de la Policía de Córdoba intentaban establecer las circunstancias en las que se produjo la muerte de Sosa de Fagetti, bajo la hipótesis de que pudo tratarse de un asesinato durante un intento de robo en su vivienda. Sin embargo, en el domicilio no se registraron puertas o ventanas forzadas ni pertenencias faltantes, derivando en que se pueda estar en presencia de un homicidio por cuestiones personales, de las que no se descarta su participación en los juicios contra los genocidas de la dictadura.
Por lo tanto, los resultados de la autopsia pueden ser determinantes, para establecer la secuencia del hecho e intentar esclarecer el hecho.
“La noticia nos sorprendió a todos, vamos a esperar a que se haga la autopsia. Los organismos de derechos humanos de San Rafael vamos a seguir de cerca esta causa”, señaló Victoria González, titular de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de San Rafael, que también es querellante en este juicio de lesa humanidad que en junio debería tener una sentencia.
Por su parte, la abogada Mariela Herrera, que también interviene en el juicio, pidió “precaución y cautela” hasta conocer lo sucedido de boca del hijo de Elsa, Javier Fagetti, quien es referente de H.I.J.O.S. en esa ciudad mendocina y viajó a Córdoba.
Sosa era esposa de Aldo Fagetti, militante de la Juventud Peronista y Montoneros, quien trabajaba como empleado de Rentas en San Rafael y fue secuestrado el 25 de febrero de 1976. Por su desaparición, no sólo fue testigo sino además querellante en uno de los juicios por crímenes de lesa humanidad más importantes del país en número de casos y genocidas acusados. El caso de Fagetti es emblemático, ya que en 2007 motivó que el juez federal de Mendoza Héctor Acosta pidiera la detención de la ex presidenta Isabel Martínez de Perón, radicada en España.