Un estudio precisó que, en el último año, más de 6 mil ancianos fueron víctimas de algún tipo de robo o estafa en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), aumentando en un 20 por ciento el indicador con respecto a 2020 y en casi un 30 por ciento con relación a 2019.
El dato fue dado a conocer por la ONG Defendamos Buenos Aires que, con la asistencia del Estudio Miglino y Abogados, llevó a cabo un estudio el cual detalló que, en los últimos 12 meses, "los ancianos que viven en el AMBA han sido víctimas de 6.100 actos delictivos (…) desde estafas con la modalidad ‘cuento del tío’, a robos en cajeros automáticos, robos perpetrados por bandas de motochorros en la vía pública, robos en su casa, bajo la modalidad ‘entradera’ o ‘salidera’ e incluso palizas dentro del hogar perpetradas por los mal llamados ‘cuidadores de ancianos’; que en realidad son delincuentes que buscan dañar o incluso matar al adulto mayor para quedarse con su casa o con sus bienes".
"En el año 2019 habíamos totalizado 4.800 hechos delictivos contra el mismo rango etario de víctimas y en 2020 llegamos a los 5.100", precisó el informe.
"Zulma tiene 100 años y estaba al cuidado de una mujer de origen mapuche en su casa de Bariloche. Esa persona oficiaba de cuidadora de la anciana que es una de las más ancianas de la zona y un verdadero monumento humano porque entre otras cosas, practicó esquí hasta que tuvo 94 años. La mal llamada ‘cuidadora’; identificada como María Laura Chodilef, de 51 años, golpeaba, pateaba, gritaba y humillaba todo el tiempo a Zulma, que asistía azorada e impotente a todos y cada uno de los ataques", comenzó Javier Miglino, director de la citada ONG.
Al respecto el especialista agregó: "Todo quedó registrado en una filmación que hecha por familiares de la víctima, que sospechaban que algo malo estaba ocurriendo con la abuela, que por amenazas de Chodilef, guardaba silencio sobre los ataques. Pero por fortuna las imágenes elocuentes de los ataques que pusieron en riesgo la vida de la anciana, pudieron verse en todo el país y hoy están en manos de la fiscalía que instruye una causa penal por el delito de lesiones agravadas por tres elementos; primero por ser perpetradas sobre una persona mayor, segundo por ser realizadas por alguien que se desempeña como ‘cuidador’ en soledad y sin ningún tipo de control y tercero por llevarse a cabo con alevosía".
"Seguramente, con el correr de los días, la situación de Chodilef se agravará porque la fiscalía a cargo de la Dra. Silvia Paolini no tomó en cuenta las amenazas de muerte ni la comisión de delitos por odio y por el mero placer de dañar. Sin embargo, los daños graves que sufrió Zulma no son los únicos sufridos por personas mayores, sino que han sido miles los ancianos lastimados, lamentando en algunos casos la muerte de éstos", lamentó Miglino.
De esta manera, el director de la citada ONG explicó que "de las 6.100 denuncias presentadas por abusos o delitos contra ancianos, muchas de ellas corresponden a ancianos golpeados en su propia casa, como el caso apuntado de Zulma y también personas mayores golpeadas y maltratadas en institutos geriátricos".
"Estos últimos establecimientos no siempre cuentan con personal profesional, con la suficiente experiencia para tratar con ancianos y terminan maltratando o golpeando directamente a señoras y señores que viven en el lugar y deben soportar en silencio y estoicamente el suplicio cotidiano de los golpes, los insultos y las humillaciones", agregó.
Bajo esta línea, aseveró que los barrios con más denuncias al respecto son "Belgrano, Palermo, Nuñez, Recoleta, Almagro y Flores", en Capital Federal, además de las localidades de San Justo, Ramos Mejía y González Catán (todos en La Matanza); Lomas de Zamora, San Isidro y Vicente López, en el Conurbano bonaerense.
Por otro lado, Miglino relató que, en los últimos meses, "muchos jubilados han sido víctimas de estafas telefónicas con la figura del ‘cuento del tío’, falsos avisos, promociones de ANSES y entidades bancarias (…) este timo deja en la ruina económica y emocional a las víctimas, porque no solo sufren los engaños telefónicos, sino que una vez que toman conciencia de que han sido estafados, caen en una profunda depresión, de la cual no siempre vuelven".
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