Mediante un comunicado, el Comité Olímpico Argentino (COA) criticó duramente a la secretaria de Deportes, Inés Arrondo, por "agraviar a la institución y pretender descalificar, silenciar y amedrentar a varios referentes gloriosos e intachables de nuestra reciente historia deportiva".
En este último caso, la entidad se refiere a Juan Curuchet y Walter Pérez, campeones olímpicos en ciclismo en Beijing 2008, y a Federico Molinari, campeón panamericano y finalista olímpico en anillas, su especialidad dentro de la gimnasia.
El COA respaldó a los ex medallistas olímpicos en medio de una polémica que de otro lado también tiene como protagonistas a un ex Leona, que fue campeona mundial y medallista olímpica. Una situación verdaderamente triste generada por un problema político.
El conflicto surge tras el escándalo que se produjo por la contratación de un vuelo privado para trasladar a 50 deportistas a Guayaquil, Ecuador, para participar del campeonato sudamericano de atletismo. Al no poder viajar en aviones línea por la pandemia del coronavirus, la Secretaría le pidió al Enard que contratara un vuelo charter, a lo que el ente se negó por el precio a pagar y porque nunca los deportistas habían viajado en avión privado.
Ante a negativa, desde la Secretaría surgieron críticas hacia el Enard exigiendo nuevamente que se haga cargo del vuelo. Y en medio del conflicto apareció el influencer Santiago Maratea que hizo una colecta, recaudó los fondos y además consiguió un descuento en el vuelo.
Juan Curuchet, por ejemplo, pidió en notas periodísticas que Arrondo “no haga política con el deporte y se dedique a gestionar y a cuidar a los atletas”. Del otro lado hubo respuestas descalificadoras en redes sociales.
Arrondo, en declaraciones a Telam, había dicho “Nuestra postura es que tiene que viajar la delegación que se está preparando para la instancia sudamericana y tiene la calificación para competir en esa instancia. Esa es nuestra posición, la posición de la línea del Estado, de la Secretaría de Deportes”. Un posición lógica de la Secretaria, el problema es quién pone el dinero.
Por suerte, todo parece indicar que la película tendrá un final feliz después que Santi Maratea, un influencer, lograra conseguir que sus seguidores y mucha gente más que se sumó, pagaran el viaje con sus donaciones. Lo triste es justamente eso... Que un influencer solucione un problema que los encargados de hacerlo no lo hicieron.