Como consecuencia de los saqueos y la ola de violencia, la cifra de muertos en todo el país ascendió ayer a diez, aunque promediando la jornada los conflictos policiales en las provincias comenzaron a solucionarse y lentamente se normalizaba el servicio de seguridad.
En otra jornada de extrema tensión, en las últimas horas se registraron tres muertes en Tucumán y dos en Chaco, las que se sumaron a los fallecidos en Entre Ríos y Jujuy de este domingo y este lunes, respectivamente, y a los de Córdoba y Glew al principio del conflicto.
El gobierno nacional, a través del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y la Presidenta después, volvió a denunciar que "los saqueos son premeditados" y apuntaron contra "un modus operandi que ha sido provocar daños y saqueos en bienes durables".
Los principales espacios de la oposición, en tanto, volvieron a reclamar el cese de los conflictos y la suspensión del festival por los 30 años de democracia en la Plaza de Mayo, al tiempo que la Iglesia católica llamó a la "paz social" en todo el país.
Luego de que se alcanzaran acuerdos con la policía en Buenos Aires, Entre Ríos, Jujuy, Corrientes, La Rioja y Misiones, con el correr de la tarde se fueron levantando las protestas en Santa Fe, Tucumán, Chaco, Corrientes y Salta, mientras que se mantenía el conflicto con los efectivos de Mendoza.
Durante el fin de semana se habían calmado las aguas en Río Negro y Neuquén, luego de que Córdoba, origen del conflicto que se desperdigó por todo el país, arreglara un aumento salarial con su fuerza policial el viernes último.
La Confederación Argentina de la Empresa (CAME) y las cámaras de comercio regionales informaron ayer que 1.888 comercios en 14 provincias resultaron afectados a raíz de los saqueos por la crisis policial, y sumaron pérdidas estimadas en 568.450.000 pesos.
Las entidades representativas aseguraron en un comunicado que "después de las irreparables pérdidas de vidas humanas, el sector más perjudicado por los hechos de violencia y saqueos fue el comercio" y dijeron que el 95 por ciento de los locales afectados no tiene seguro contra vandalismo.
En Tucumán, donde se registraron los principales focos de tensión, al menos dos personas murieron en medio de saqueos y robos a supermercados, negocios de ropa deportiva y distribuidoras mayoristas, lo que motivó la suspensión de clases y el cierre de comercios ante el temor de nuevos desmanes.
Sin policía, el gobierno de José Alperovich dispuso por decreto un incremento salarial del 35 por ciento y denunció ante la Justicia a los uniformados autoacuartelados, a los que acusó de "incumplimiento de los deberes de funcionario público y sedición".
Si bien se mantenía el estado de alerta en los comercios, la policía aceptó el aumento y decidió levantar la medida ayer por la tarde.
En Chaco también hubo dos muertos en una noche cargada de incidentes, uno de ellos un subcomisario de la policía que resultó herido al intentar frustrar un saqueo, luego de que el lunes por la tarde comenzaran a multiplicarse los desmanes.
El gobernador chaqueño, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, señaló que se vivió "una situación caótica y alarmante" y se quejó de que a pesar de que solicitó la presencia de gendarmes, la Nación no le envió refuerzos, ya que estaban repartidos en otras provincias.
Estas muertes se sumaron a las producidas el domingo por la noche en Concordia, Entre Ríos, donde un joven falleció electrocutado y la de otro adolescente en la ciudad de Perico, Jujuy, que este lunes fue herido con un arma blanca.
En Santa Fe, el conflicto finalizó luego de que la policía aceptara el incremento por decreto que otorgó el gobernador socialista Antonio Bonfatti, quien llevó los sueldos a 8.100 pesos para el efectivo que recién comienza en la fuerza.
En tanto, en Mendoza, la disputa salarial se mantenía, luego de que ayer el gobernador Francisco "Paco" Pérez realizara un nuevo ofrecimiento a los uniformados: la última oferta de la provincia fue de 8.500 pesos de bolsillo, no muy lejos de los 9.000 pesos que piden los efectivos.
Personal policial continuaba su protesta frente al Ministerio de Seguridad provincia, a la espera de una nueva reunión con las autoridades.
En medio de la incertidumbre generada por los saqueos, el titular de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas de la República Argentina, Miguel Calvete, recomendó cerrar las puertas de este tipo de comercios "si no hay seguridad".
"Hay un ensañamiento con los super chinos e informó que ya suman más de 50 los comercios perjudicados por estos hechos en diferentes provincias del país", se quejó Calvete.
En un comunicado, remarcó: "Si bien cada cámara y comerciante tiene la potestad de decidir qué hacer, se está sugiriendo la posibilidad de mantener los comercios cerrados desde el 20 de diciembre y hasta fin de año en aquellos lugares en donde no esté garantizada la seguridad por temor a nuevos focos".
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