El fútbol ocupa un gran lugar en la sociedad argentina. Tan profundo es el amor por este deporte que, incluso, presidentes se toman un momento en su agenda para jugar un poco con la número cinco.
En los últimos días se viralizó un video en el cual se ve a Mauricio Macri jugando con un grupo de trabajadores de la Quinta de Olivos. No es la primera vez, desde que asumió, que se distrae en una cancha. Esta vez, una cámara lo tomó mientras hacía un lateral, con algunos "problemas técnicos".
No obstante, en otras facetas del fútbol, Macri ha demostrado calidad. Incluso, el mismo día que fue electo Presidente, disputó un partido amistoso y pegó un derechazo que se clavó en el ángulo.
En sus años de presidencia, Néstor Kirchner tenía como costumbre jugar al fútbol con los funcionarios de su gabinete todos los viernes. El ritual se llevó a cabo durante todos los años en el que el santacruceño fue mandatario. Al ser en privado y no tener la tecnología actual, no hay imágenes de los encuentros. Luego, durante la presidencia de Cristina Kirchner, su hijo Máximo intentó reflotar la costumbre junto al resto de los dirigentes.
Más allá de estas situaciones, uno de los mandatarios que más se mostró –incluso con estadios llenos- fue Carlos Menem. Desde San Lorenzo hasta con la camiseta de la Selección, el funcionario riojano demostró sus habilidades dentro del campo de juego. En un partido que se jugó en la cancha de Vélez, con la número cinco en la espalda, se dio el lujo de hacer un taco, levantar la cabeza y conectar con Maradona y, luego, con Giusti.
Muchas veces, el amor por el fútbol se pierde cuando se alcanza el poder. Eso no significa que, anteriormente, no se haya jugado en un estadio. Por ejemplo, en un encuentro organizado por la Unión Cívica Radical en 1989, se lo observa a Fernando De La Rúa –en ese momento Senador- corriendo detrás de una pelota sin demasiada suerte y, finalmente, cayéndose en el piso. Solo.
Por último, el historiador David Viñas contó en una entrevista a Martín Zubieta (publicada en el libro “Después del Ensayo” recopilada por TEA en 1995) que él vio jugar a Raúl Alfonsín junto a los dictadores Leopoldo Galtieri y Roberto Viola. Ese partido se dio, según su relato, en 1945 cuando todos eran estudiantes del Liceo Militar.
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