Una vez que abrieron los sufragios de las PASO 2017, los votantes pudieron ingresar a los diversos establecimientos educativos autorizados. Pero adentro hubo situaciones coloridas y otras no tanto.
En la Facultad de Medicina se utilizó como mesa para mostrar la diversidad de boletas de precandidatos y opciones de cuadros políticos una camilla en la que se exponen los cuerpos de muertos para que los estudiantes los analicen.
Dos mujeres de 103 y 99 años quisieron votar pero no pudieron hacerlo porque sus nombres no figuraban en el padrón electoral.
Berta Ritvo, quien nació en noviembre de 1913 (103 años), y tras realizar el trámite para averiguar el lugar en el que debía presentarse para votar se sorprendió al saber que no se encontraba en el listado.
Por su parte, María Esther Vidal, que nació a fines de 1917 (99), también participó en todas las elecciones, pero no pudo hacerla en esta.
La ley exime a los mayores de 70 años de emitir su voto, tanto Ritvo como Vidal pensaban participar del acto eleccionario, pero no pudieron concretarlo. .
Una mujer santiagueña, de 87 años, fue a emitir su voto en la escuela Nicolás Avellaneda, en el barrio Alberdi de Santiago del Estero, y tras hacerlo notó que tuvo asistencia perfecta en todas las elecciones que se realizaron en el país desde 1949.
Aída Gerez de Carrizo emitió su voto en Santiago del Estero y recordó que cumplió 18 años en 1948, cuando las mujeres todavía no ejercían su derecho a voto.
“En casa se enojan, pero ya les dije que mientras viva yo voy a votar por el bien de mi provincia”, afirmó a la prensa.
Una joven mendocina llegó temprano a votar en una escuela de General Alvear, con el objetivo de continuar con sus actividades programadas para el día, pero ante el faltante del presidente de mesa, ella tuvo que ocupar el cargo.
Es que la chica llegó temprano para votar y luego seguir el día con su familia en Punta del Agua, y por eso fue una de las primeras en llegar a la exescuela de Comercio.
Sin embargo, la mesa en la que debía votar todo se demoró más de la cuenta, ya que faltaba el presidente y vicepresidente de la misma y por eso no podía conformarse.
Un gendarme que estaba en la escuela le pidió a la joven que se haga cargo de la mesa, en la que debía votar, y no pudo negarse, ya que por ley es obligación.
Otro caso similar al de la chica mendocina: llegó temprano, no había presidente de mesa y tuvo que ocupar el lugar. Eso le sucedió a Gino, el hijo del precandidato a senador nacional por el Frente Justicialista, Florencio Randazzo.
Pero no todo quedó ahí para Gino en la escuela EP 38 de la ciudad de Gonne. A las pocas horas se acercó el padre, puesto que tenía que votar en esa mesa.
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