A partir del 1 de septiembre la provincia de Buenos Aires y CABA serán los responsables de pagar los subsidios al transporte. ¿Podrán hacerlo?
La Nación redobló la apuesta y dejó bien en claro que a partir del 1 de septiembre próximo la provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires serán los responsables de pagar los subsidios al transporte si quieren que sus habitantes sigan disfrutando los descuentos que hoy ofrece el pasaje “integrado”, que permite que quienes viajan en colectivo, tren, subte o premetro dentro del AMBA (cruzando de Capital al Gran Buenos Aires y viceversa) tengan descuentos del 50% y hasta del 75% al combinar los distintos medios de transporte en un lapso de dos horas.
“No puede el gobierno nacional de todos los argentinos seguir subsidiando a dos jurisdicciones por encima del resto del país, no tiene por qué el interior seguir solventando a la Provincia (de Buenos Aires) y a la Ciudad. Si no quieren que el transporte sea caro, no tiene que pagarlo la Nación, tienen que pagarlo las jurisdicciones”, dijo Franco Mogetta, secretario de Transporte de la Nación, quien supo ocupar un cargo similar durante la gobernación de Juan Schiaretti en la provincia de Córdoba.
El funcionario explicó que “Córdoba, Mendoza, Rosario, Salta subsidian sus sistemas de transporte. No podemos seguir permitiendo que el interior del país continúe financiando a la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires”. Y dejó bien claro que a partir del domingo próximo serán Jorge Macri y Axel Kicillof quienes deberán absorber los costos para evitar que los boletos suban desmedidamente. “No puede el Gobierno nacional seguir subsidiando a dos jurisdicciones por encima del resto del país” subrayó el funcionario.
Pero en la gobernación bonaerense y en la jefatura de gobierno porteño aseguran que no tienen los fondos necesarios para hacerse cargo de estos subsidios, y reclaman que la Nación no los elimine. De lo contrario, aseguran, serán los usuarios los que resultarán perjudicados. En la Ciudad, se estima que el monto mensual ronda los $ 1.500 millones, mientras que la provincia de Buenos Aires debería aportar unos $ 5.000 millones cada mes para que quienes viajan desde el conurbano a Capital puedan seguir aprovechando estos descuentos.
Desde la provincia de Buenos Aires, denunciaron que hay un intento de “asfixia” financiera hacia la gestión de Kicillof. Carlos Bianco, ministro de Gobierno bonaerense, anunció que la quita de estos subsidios podría terminar generando un aumento en el costo del boleto (ya que los usuarios no recibirán los descuentos) de hasta un 60% en el precio del pasaje para quienes realicen más de un viaje diario. Y deslizaron que detrás de este repentino deseo de justicia federal del gobierno nacional se esconde una lucha política que apunta directamente al corazón del gobernador bonaerense.
Pero no sólo a la provincia de Buenos Aires le apuntó la gestión de Milei. También a Jorge Macri, flamante jefe de gobierno porteño además de primo del expresidente Mauricio Macri -con quien Javier Milei mantiene una relación ambivalente por estos días-.
Desde el gobierno porteño también expresaron su malestar, señalando que la falta de un flujo adecuado de los fondos de coparticipación, tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia, complica su capacidad de absorber los costos de los subsidios.
Por su parte, las cámaras empresariales del transporte del AMBA emitieron un comunicado advirtiendo que corre riesgo la continuidad de los servicios. La falta de un acuerdo sobre la cobertura de los subsidios y los recortes en la Red SUBE generan un nivel de incertidumbre que ha provocado que las empresas anuncien que reducirán sus servicios en horarios nocturnos y durante los fines de semana para evitar una parálisis mayor del transporte.ResponderResponder a todosReenviarAñadir reacción
comentar