En el gobierno buscaron restarle dramatismo a una nueva jornada en la que el dólar trepó a los $ 21,45 pese a la intervención del Banco Central y a la embestida de la oposición en Diputados que busca llevar al recinto un proyecto para frenar la suba de las tarifas. Para este último tema en el Ejecutivo exploran una “salida consensuada” con los gobernadores que verían afectada su recaudación a causa de la rebaja en el IVA de las facturas si finalmente se aprobara la iniciativa.
Este miércoles a media mañana Mauricio Macri encabezó la reunión de coordinación de gobierno en la Residencia de Olivos con su mesa chica: participaron, entre otros, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, recién regresado luego de su descanso “de cuatro días” en Miami. En ese encuentro trazaron la estrategia para hacer frente a la embestida opositora en el Parlamento.
“Vamos a buscar una salida con los gobernadores. Queremos resolverlo desde los ejecutivos tal como se habló en el Consejo Federal de Energía de hace 15 días. Veremos cómo termina hoy la Comisión (de Presupuesto)”, explicó ayer por la tarde un vocero gubernamental explicitando el anhelo oficial de que no hubiera dictamen de mayoría, como finalmente sucedió.
En este sentido, la fuente amplió que “lo que pase en el Congreso es un tema parlamentario. Desde el gobierno nacional apostamos a la racionalidad de los que tienen responsabilidades de gestión y vamos a explorar una salida consensuada”.
Con todo, la fiebre que recalienta la escalada del dólar desde la semana pasada, que los expertos atribuyen a factores externos y también a tensiones internas, hizo surgir versiones sobre cambios en el área económica. Los rumores que surgieron desde el sector financiero dan cuenta de una supuesta salida de Nicolás Dujovne de Hacienda y fueron desmentidos desde Casa Rosada. El segundo de ese ministerio, Sebastián Galiani, ya anticipó su renuncia para agosto por razones familiares: en el mercado especulan con un cambio más profundo en el Palacio de Hacienda para después del Mundial de Rusia.
Ayer trascendió que la inflación de abril llegaría al 2,5% -sumando poco más de 9 puntos en el primer cuatrimestre con una meta anual proyectada del 15% que, por lo visto, no podrá ser alcanzada- y la nueva suba en el billete verde promete ralentizar la desaceleración del costo de vida desde mayo cuando bajaría el impacto de las tarifas.
Con todo, en Casa Rosada consideran que existe un alarmismo exagerado en el círculo rojo respecto a la compleja coyuntura económica.
“Frente a lo que vivimos desde el comienzo de la gestión esto es una leve variante y no ha despertado gran preocupación. Hay una diferencia enorme entre la sensación de los medios y el humor interno del gobierno, que está tranquilo”, sentenció, a su turno, Alejandro Rozitchner, asesor del área de Comunicación de Jefatura de Gabinete.
El también filósofo observó “un alarmismo en el círculo rojo que está anhelando una crisis. Si uno abre la lente con la totalidad de los hechos desde que ganamos (las elecciones), estamos en un proceso lineal de mejora. Más allá de que no negamos que hay que prestarle atención al dólar. Igual esperamos números (de inflación) notablemente más bajos en lo que resta del año”.
Por último, Rozitchner tampoco reconoció un motivo de preocupación por el conflicto suscitado por la suba en las boletas de agua, gas y electricidad. “El tema tarifas está inflado políticamente, hay gente a la que sí realmente le afecta. Pero el gobierno protege a los más vulnerables. Se está generando una especie de crispación que, creo, no traerá mayores consecuencias”. Al ser consultado por el malhumor existente en un sector de la clase media, alegó no tener “cifras” sobre ello.