En el marco de la cumbre de líderes del G-20, el presidente Mauricio Macri y la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, protagonizaron una reunión bilateral en la que dialogaron sobre el remozado vínculo entre ambos países y la posibilidad de incrementar las inversiones británicas en el país, pero no se mencionó el reclamo de soberanía que tiene Argentina sobre las Islas Malvinas.
El encuentro de unos 20 minutos se concretó en unos de los denominados “coffee break” del foro económico y político, en una de las salas del centro Costa Salguero donde se lleva adelante el evento.
Durante el encuentro, el presidente Macri ponderó el hecho de que esta es la primera vez que una autoridad política británica de máximo nivel visita la Argentina tras el conflicto bélico por las Islas Malvinas en 1982.
Es que la última bilateral entre líderes de ambos países se había realizado en 2009, entre Cristina Kirchner y Gordon Brown en Viña del Mar, y el único premier británico en visitar el país después de la guerra fue Tony Blair, que mantuvo un breve contacto con Fernando De la Rúa en 2001, en Puerto Iguazú.
Ayer la reunión fue de tono cordial: el anfitrión agradeció el apoyo del Reino Unido para que la Argentina formalice su incorporación a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y, en coincidencia con su par inglesa, bregaron para que haya más inversiones de empresas británicas en la Argentina. En ese sentido, Macri invitó a participar en sectores como energía y minería, que van a ser “claves” en la Argentina en los próximos años, remarcó.
El jefe de estado estuvo acompañado durante la bilateral por el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el canciller Jorge Faurie; el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo; y la subsecretaria de Asuntos Globales, Paola Di Chiaro.
Justamente Faurie, en diálogo con la prensa acreditada en Parque Norte, valoró que ambos mandatarios hablaron “sobre el cambio en estos tres años de relacionamiento entre ambos países, de generar confianza, trabajando en áreas como comercio, la búsqueda de inversiones y fue así que el presidente le refirió las inversiones de capital inglés que hay en Argentina, lo que vuelve a recrear lo que hace bastante años ocurría con la presencia de inversores británicos”.
De la cuestión Malvinas, el canciller sólo dijo que “se habló en forma positiva del reconocimiento de los soldados argentinos enterrados solo conocidos por Dios y el trabajo entre ambas cancillerías para conseguir una mayor conectividad entre el territorio continental e insular de Argentina. Y la predisposición para que argentinos puedan viajar con mayor conectividad y los isleños puedan venir a la parte continental para obtener servicios y hacer negocios”.
Por último, el funcionario concluyó que “fue una conversación hecha con franqueza en un clima positivo y marca el nivel de relaciones que hemos podido desarrollar en estos 3 años de gobierno”.
Se hizo referencia al segundo vuelo que unirá las islas con el continente, anunciado hace 10 días, que tendrá escala en Córdoba. Al respecto, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, también de paso por el IMC de Parque Norte, dijo a este diario que “es una conexión que no existía entre las islas y para los que querían ir hoy era prácticamente imposible hacerlo” y dijo desconocer cuanto va a costar el vuelo.
Según se pudo saber, May agradeció el acuerdo con el gobierno argentino para incorporar la ruta aérea que conectará a la ciudad de Córdoba con Puerto Argentino. Y manifestó su predisposición para seguir generando relaciones a futuro y destacó el proceso de reformas económicas que lleva adelante la administración macrista. Sostuvo que a partir del Brexit -el proceso por el que su país se separa de la Unión Europea-, le interesa comenzar a establecer espacios de relación de forma independiente con el Mercosur.
Empero, del reclamo argentino de soberanía -incluido como manda constitucional- no se habló en la reunión, según admitió una calificada fuente gubernamental consultada.
El tema es urticante y, al mismo tiempo, de alta sensibilidad. Es algo que pareció aprender el Ejecutivo: en 2016 Macri sufrió un altercado diplomático, en ocasión de participar de la asamblea de las Naciones Unidas, cuando aseguró que en una breve charla con May ésta le dijo estar “de acuerdo” con iniciar conversaciones para discutir la soberanía de Malvinas, lo que fue rápidamente desmentido por la cancillería británica.
Tal vez para evitar equívocos, pasadas las 16 de ayer, el vocero de Downing Street, la sede del gobierno británico en Londres, comunicó: “Esta tarde, la Primera Ministra mantuvo una reunión bilateral con el presidente Macri de Argentina durante la Cumbre del G-20. Los líderes reconocieron la importancia de que la primera ministra sea la primera en visitar Buenos Aires y la segunda en visitar Argentina”.
Asimismo, sostuvo que May “agradeció al presidente Macri por la Presidencia Argentina del G-20 y por llevar adelante la Cumbre. Discutieron las formas en que el Reino Unido y la Argentina podrían impulsar el comercio y la inversión bilateral, dando la bienvenida al nombramiento del primer Enviado Comercial británico a la Argentina”.
Sobre la cuestión Malvinas, el vocero sólo señaló que “los líderes recibieron el acuerdo sobre un nuevo vuelo comercial entre las Islas Falkland y San Pablo a través de Córdoba, manifestando que la medida demostró el progreso significativo que se ha logrado en nuestra relación”.
A las 17 terminaron las reuniones de los presidentes y, de a poco, se fueron retirando de Costa Salguero hasta sus respectivos alojamientos para “prepararse” para la gala en el Teatro Colón. Hoy bien temprano comenzará el último día de negociaciones y aún es incierta la posibilidad de un comunicado conjunto, aunque la ambición de la delegación argentina era tratar de firmar un documento “con la firma de la mayoría”.
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