El ambicioso e inédito Plan de Desarrollo Humano que impulsan dirigentes sociales como Juan Grabois y sindicalistas como Gerado Martínez (UOCRA), que busca crear 4 millones de puestos de trabajo, tuvo ayer otro capítulo con un encuentro "institucional" con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, en el Palacio legislativo. Pero este proyecto aún no tiene un aval directo de la Casa Rosada, que por ahora se aboca a la causa de la economía popular a través del Potenciar Trabajo de Desarrollo Social y los proyectos para urbanizar las villas.
Lo cierto es que ayer Sergio Massa dio un espaldarazo a la propuesta presentada el 10 de agosto que por primera vez muestra la confluencia de dirigentes sociales y sindicalistas en un plan de desarrollo.
Con todo, el titular de la cámara baja prefirió comunicar con fotos y evitó las declaraciones públicas. Sí se mostró predispuesto a recibir documentación de Grabois (del Movimiento de Trabajadores Excluidos) y de Martínez, quien estuvo acompañado por Sergio Sassia (Unión Ferroviaria). También estuvieron presentes otros referentes sociales y ex diputados como Julián Domínguez, cercanos al movimiento de Los Cayetanos que vinculan a las organizaciones sociales con la Iglesia.
La cuestión es que los impulsores del plan desean darle un marco institucional y para ello pretenden presentar un anteproyecto de ley que contempla las propuestas que buscarían generar 4 millones de puestos de trabajo en cuatro años bajo un esquema de inversión pública orientada, entre otros aspectos, a la construcción e integración urbana a través de viviendas sociales, un plan de transporte multimodal y nuevos asentamientos productivos en diferentes regiones del país. Sí, entre otras propuestas, plantea la creación de nuevos pueblos para bajar la densidad poblacional del Conurbano.
A la salida del encuentro, Grabois declaró que "es muy importante tener un ámbito institucional para discutir el plan. Estamos entusiasmados pero hay que acordar y avanzar. No tenemos mucho tiempo porque la crisis económica, sanitaria y ambiental que se viene así lo requieren".
También buscó "meter" presión el gremialista Martínez: "Valoramos el papel de las instituciones ante esta situación dramática de los trabajadores formales e informales. Queremos mostrar que no somos una dificultad, somos una solución. Vale la pena debatir esta idea y ponerla en práctica porque de palabra ya estamos cansados".
Los impulsores de esta novedosa propuesta aseguran tener el guiño de la Casa Rosada. Pero, en verdad, aún no hay un aval explícito. De hecho, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, en el reportaje publicado el último domingo por este diario, no le dio un apoyo a la misma. "No tuve la posibilidad de leer en profundidad lo que planteaban. Sí desde el Estado trabajamos la economía popular, donde sí hay mucho emprendedurismo, en el reciclado o en el cuidado. Tenemos algunos programas de Trabajo y fundamentalmente el Potenciar Trabajo. Allí no solo hay herramientas de capacitación sino técnicas de trabajo más específicas con acceso a maquinarias. Las cooperativas de Argentina Hace operan sobre pequeñas obras de acceso de agua y saneamiento y así buscamos guiarlos a un mercado formal de trabajo. El otro aspecto son las obras de urbanizaciones pequeñas en barrios populares", enfatizó.
El abordaje de la post pandemia aún está en debate. Y lo que ocurra con la economía popular más aún. "El plan ya le fue presentado a Alberto y a Cristina. Veremos qué pasa. Pero le dieron el visto bueno para que lo presenten. Grabois se reunió con los dos y Gerardo lo habló con (el ministro de Obras Públicas, Gabriel) Katopodis", dijo,a su turno, una fuente sindical consultada.
Lo cierto es que el Plan de Desarrollo Humano Integral, tal como fue bautizado, plantea como medidas urgentes la construcción de "nuevas urbanizaciones, un plan de transporte multimodal y nuevos asentamientos productivos". Y propone que la inversión pública en vivienda e integración urbana "debe articular el trabajo del sector privado (70%) y del sector de economía popular (30%). Este ejemplo de sinergia entre ambos actores permitirá mejorar los niveles de integración social de los trabajadores en su conjunto. En este sentido, es fundamental el rol del Renatep (registro de trabajadores de la economía popular) y el Salario Social Complementario, vinculándolos a la experiencia de la credencial "Soy Constructor" impulsada por la UOCRA".
Para llevarlo adelante, plantean que se implemente "el trabajo mínimo garantizado (más que en un ingreso universal)" en el marco de una planificación de cuatro años. "También una conducción operativa centralizada y unificada", precisa. Aquí está uno de los meollos de la iniciativa: quién debería conducir un megaplan de estas características.